Alexandra Weasley, la primera hija mujer de los Weasley empieza su aventura en Hogwarts sorprendiendo a toda su familia. Siempre pensó que el amor era una perdida de tiempo hasta que en quinto año algo la hizo cambiar de opinión... La llegada de una...
Caminaba junto a Ginny por la estación de King's Cross, raro en mi, iba vestida von unos pantalones negroa anchos y una sudadera de Tom que me quedaba larga y ancha. Un semirecogido sujetaba mi flequillo y unos zapatos negros planos cubrían mis pies. Mi piel estaba más pálida de lo normal y me sentía con menos fuerzas, pero supuse que era de no haber comido en días.
Intenté arreglar mi rostro con maquillaje pero no pude hacer mucho. Ambas nos adentrabamos en el expreso y comenzamos a caminar por los pasillos, recé por no encontrarme con ninguno de mis amigos, pero se ve que Merlín no estaba de mi lado y por el final del largo pasillo apareció Theo.
Mi mirada y la suya se encontraron rápidamente y una sonrisa apareció en su cara mientras se intentaba acercar a mí entre la gente. Mi ansiedad se hizo presente y gracias a los ángeles Ginny logró tirar de mi brazo a tiempo, metiéndome junto a ella en uno de los compartimentos. Solté un suspiro mirando la puerta y al girarme para sentarme me quedé tiesa viendo a... San Potter y Granger viéndome con confusión.
-Lo que faltaba... -susurré para mí sentándome en una esquina, lejos de ellos.
-Chicos, Alexa se va ha sentar con nosotros, creo que ha discutido con los Slytherins o algo... -lo último lo dijo susurrando esperando que yo no me enterase, pero como era obvio si lo hice.
Miré con molestia a mí hermana y me puse a mirar por la ventana, deseando que el viaje transcurriera con rapidez. Pero como siempre que quieres que el tiempo pasé rápido ocurre todo lo contrario, el tiempo parece que va a cámara lenta, y eso no es nada agradable.
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A la mitad del viaje decidí ir al baño, se supone que debería cambiarme pero me niego a colocarme una falda y una camisa pegada. Caminé por los pasillos y cuando estuve a un milímetro de girar el pomo de la puerta del baño unas manos se posaron en mi cintura, abrazándome por la espalda.
Me quedé completamente quieta, sentí como se me bajaba la presión y el corazón se me paraba. No tenía un aura fría, y su perfume era bastante suave y fresco. Haciéndome saber que era Lorenzo Berkshire de quien se trataba.
-Ey, donde te has metido linda? Todos te están buscando, si vieras a los Riddle y a Draco -dijo con diversión y yo me giré para mirarlo
Vale, de todos era el que mas tranquilidad me daba que me viera, porque sabía que no me iba ha juzgar.
-Enzo... -saludé simplemente y el barrió mi cuerpo con su mirada haciendo que un escalofrío recorriera mi espina dorsal
Su mirada... Solo me mostró una preocupación que quiso camuflar, agarró mi mano y tiró de ella hacia el vagón donde siempre se instalaban mis amigos.
-No, no, no, Enzo por favor no -pedí haciendo fuerza contraria para que no me pudiese llevar hacia allí.
-¿Qué te pasa Lexi? Son ellos -habló con confusión y creo que en ese momento mi cara demostraba angustia.
