13. ¿No Ladras?

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Habían pasado unas semanas, me encontraba en la sala común con Theo, le estaba ayudando ha hacer un trabajo de transformaciones, yo lo acababa de terminar y él no lo entendía.

-¡No voy ha salvarte de otro problema!- gritaba Tom entrando a la sala común, Theo y yo giramos hacia él quien venía seguido de su mellizo.

-¡Venga ya Tom! ¡¿Qué pretendías que hiciera?!- grito como respuesta Mattheo y Theo y yo intercambiamos una mirada de curiosidad.

-¡No dejarlo en enfermería, siempre tengo que convencer a todos los profesores de que no te castigen, ahora que te den!- Tom parecía bastante molesto pero no solo con su hermano, parecía molesto con una tercera persona.

-¡No iba ha dejar que hablara esa mierda de ella!- dijo severamente Mattheo haciendo que Theo y yo estuviéramos aún más confundidos, ¿Ella?

-¡Tu eres peor y pretendes que los demás la respeten! No seas tan hipócrita Mattheo- dijo Tom soltando una risa sin gracia.

Tom se sentó en el sillón que había a mis espaldas y Mattheo se pasó la mano por el pelo desordenandolo un poco más.
Me fijé en que tenía algunas heridas en los nudillos y el labio le sangraba, no se porque mi corazón dio un pequeño vuelvo y un atisbo de preocupación apareció en mi.

-¿Qué ha pasado?- pregunto Theodore después de unos minutos en silencio.

-Mattheo y sus peleas- dijo Tom simplemente agarrando uno de los libros que tenía en la mesa, comenzando a leerlo.

-¿Tu no maduras Riddle? Hasta Ginny es más madura que tu- dije escribiendo en el pergamino de Theodore, ayudarlo con el trabajo es hacerlo tú.

-¿Y tú no ladras? Pensé que eso hacían las perras- espetó apoyandose en la pared mirándome.

Theo se quedó en silencio mirando la escena y Tom se incorporó en el sillón mirándolo severamente.

-Cuida tus putas palabras Mattheo- escupió Tom señalandolo y Mattheo frunció el ceño.

-¿Sois novios y me acabo de enterar? Porque no entiendo que la defiendas siempre- dijo cruzándose de brazos.

Lo último que vi fue como Tom se levantaba del sillón, se acercaba a Mattheo y lo agarraba del cuello de la camisa arrastrándolo hasta salir ambos de la sala común.

-¿Qué coño le pasa a Mattheo últimamente?- pregunto Theo después de haber recalculado toda la escena.

-Ni me preguntes- respondí subiendo la manga de mi camisa dejando ver la venda en la quemadura.

-¿Qué es eso?- pregunto acercándose a mí, ambos sentados en el suelo.

-Hace unos días me quemo con el cigarrillo- dije con simpleza y el mi miro extrañado.

-Pense que os estabais llevando bien- dijo y sacudió la cabeza, volviendo la mirada a su pergamino.

-Yo también lo pensé- sincere y el me dio unas palmadas en el muslo.

-No le hagas caso, es simplemente... Mattheo- dijo encogiéndose de hombros.

-Si, supongo- susurre para mí misma, no entendía porque me afectaba tanto el estar así con él, si siempre nos hemos llevado así.

Las próximas horas seguí ayudando a Theo, cuando terminamos Enzo había llegado y nos pusimos ha hablar del Quidditch, Theo era golpeador y estaba emocionado por el partido de mañana, Slytherin contra Gryffindor.

Caminaba hacia el jardín para buscar a Daphne que siempre está por allí, sentí una mano tirar de mi hacia un armario y de repente lo vi todo oscuro, bueno, casi todo, veía perfectamente la cara de Mattheo cerca de la mía

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Caminaba hacia el jardín para buscar a Daphne que siempre está por allí, sentí una mano tirar de mi hacia un armario y de repente lo vi todo oscuro, bueno, casi todo, veía perfectamente la cara de Mattheo cerca de la mía.
Tensaba su mandíbula y sus brazos estaban apoyados en la pared, en cada lado de mi cabeza.

-¿Ahora qué, me vas ha golpear?- pregunte de forma retadora.

-No me tientes Alexandra- dijo con una sonrisa que expresaba más rabia que gracia, todavía se me hacía raro que escucharlo llamarme por mi nombre pero por alguna razón ahora me gustaba un poco más mi nombre.

-Dime que quieres Riddle- dije nerviosa y el apretó aún más sus dientes.

-¿Tienes algo con mi hermano?- pregunto directamente y yo me quedé en shock -Lo sabia- dijo separándose de mi después de unos minutos de silencio por mi parte, paso una mano por su pelo y salió decidido del armario.

-No tengo nada con el, pero eso no es problema tuyo- dije saliendo tras él, por algún motivo había tenido la necesidad de dejarle claro que no tenía nada con Tom.

-¿Me vas ha negar que te lo has follado? No soy imbécil Weasley- dijo girándose bruscamente hacia mi.

A mí mente llegó ese dichoso recuerdo.

-Estabamos borrachos, sabéis que ese día no cuenta- me excuse y el soltó una carcajada.

-No me jodas Alexandra, ¿No cuenta? Todos sabemos que os habéis acostado y no me creo que solo haya sido una vez- dijo con gracia, pero se notaba que estaba más molesto de lo que quería dejar notar.

-Solo fue ese día, ya os lo hemos explicado a todos, estábamos borrachos- volví ha decir acercándome a él.

-A mi no me importa si te follas a mí hermano Alexandra, pero no me mientas y esperes que me lo crea- dijo dándose media vuelta y yendo hacia Merlín sabe dónde.

Por el camino vi como golpeaba algunas paredes y le gritaba un hostil "aparta" a cualquiera que se cruzará con él.

Retome mi camino en busca de mi mejor amiga, al salir al jardín la vi hablar con los gemelos.

-Hola- dije al llegar con una sonrisa.

-Adivina quienes...- comenzó Fred.

-...tienen su broma final casi completada- finalizó George.

-Obviamente los mejores gemelos de la escuela- dije riendo y ellos asintieron enérgicamente.

-Exactamente hermanita- dijo George revolviendome el cabello con una mano.

-Me contaban que no saben cuándo hacerlo- explico Daphne.

-Y mi mejor amiga cómo buena mente macabra le ha dado un consejo- dije sarcásticamente peinando mi pelo con mis manos.

-Lo has clavado, les he dicho que lo mejor sería hacerlo alguno de los días de los TIMO- explicó y yo abrí lo más que pude los ojos.

-¿Estáis locos?- dije y los tres rieron.

-No corremos ningún peligro, después de esa broma no vamos a volver- dijo Fred encogiéndose de hombros con orgullo y George lo imitó.

-Supongo que lleváis razón, pero...- dije pero me interrumpieron.

-No hay peros señorita perfección, todo irá bien- dijo Daphne posando sus manos sobre mis hombros mirándome directamente a los ojos.

Cerré los ojos y suspire, dándoles el "de acuerdo" que necesitaban para hacerla.
Los gemelos dieron un aplauso y Daph me dio un abrazo mientras daba pequeños saltitos de emoción.

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-Mientras a nosotros nos
parece una locura
lo que una persona hace,
nuestra cordura es
la locura de
otros...
Vida solo hay una,
y prefiero disfrutarla
entre locuras
que deprimirme con la
cordura...-

MI PERDICIÓN || MATTHEO RIDDLE Where stories live. Discover now