Bajo la lluvia || Izana Kurokawa

Capítulo 31

||Pausa||

Helena.

El viaje duró casi media hora, una vez llegamos Izana estacionó el auto en lo que parecía ser un parqueo privado del club.

—Llegamos.—dijo apagando el motor, y bajando del auto.

Yo me volteé a ver a Amber quien me había dado unos pequeños golpes en el hombro.

—¿Kakucho estará acá?—preguntó haciendo una mueca.

—Supongo que si...—Imite su acto.—¿Realmente no quieres arreglar las cosas, Amber?—Pregunté

—Si que quiero, pero no se como...—dijo cabizbaja.

Izana no nos dejo seguir con la conversación cuando abrió mi puerta y me ayudo a bajar, así que salí del auto, el también abrió la puerta de Amber a diferencia que está bajo por su cuenta. Ambas agradecimos si gesto.

—Entremos, tenemos zona VIP.—Izana aclaró.

—¿Realmente conoces a los dueños?—Pregunté

—Están en mi pandilla, son dos hermanos. Los hermanos Haitani.

—Ni idea.—Me encogí de hombros.

—El mayor de ellos, es el que te vio con tu amigo el otro día.—Dijo Izana intentando molestarme.

—Ah...el de trenzas.—Dije rodando mis ojos.

—Su nombre es Ran.—bromeó Izana y le di un pequeño golpe en el brazo. Nos aproximábamos a la puerta de entrada.

Amber iba justo a la par mía, cuando nos pusimos de pie en la puerta principal, Izana tomo mi mano y dejo un beso sobre esta.

—Entremos..—Lo hicimos e Izana nos guió por el club directo a un sitio VIP en donde solo se encontraba una mesa, lo suficientemente grande para un grupo grande de personas, era más privado.

—¡Hasta que llegas, Jefe!— Un chico alto y rubio con un tatuaje que abarcaba la mitad de su cabeza y parte de su cara y cuello.

Yo me encontraba detrás de Izana, aún sosteniendo su mano, me ponía nerviosa ver tantos chicos, todos parecían muy serios, al parecer a Amber tambien ya que ella estaba detrás mío sosteniendo mi brazo.

El chico que acababa de hablar se percató de mi amiga y yo.

—Vaya...¿que tenemos acá?—Intento acercarse a nosotras.

—Atrás Shion.—Habló Izana muy serio que seguro a Ambas nos dio un escalofrío.—Vienen conmigo.

—Vaya jefe, no pensé que fuera tu tipo tener más de una chica.—molestó.

—No seas enfermo.—Izana parecía estar más molesto.

—Es que apareces acá con dos chicas y no dices nada al respecto...nosotros no sabremos que pensar.—El chico reía burlonamente mientras el resto sólo observaba.

—Déjame llegar al menos para poder explicarles.—Bufó molesto, luego se volteo a nosotras.—Perdonen chicas...

—Está bien, Izana—Habló Amber primero.