Bajo la lluvia || Izana Kurokawa

Capítulo 16

||Mar de lágrimas y tragedias||

Helena.

—Len...

—No...

—Helena, escúchame.—intento acercarse a mi y retrocedí.

—Tu...¿En donde has estado?—pregunté rompiendo completamente en llanto.—¿En donde están ellos?

—¡Helena! Tranquila por favor. —dijo intentando aguantar su llanto para poder calmarme.

—¿Como voy a calmarme?—pregunté entre sollozos.—Hace cuánto no se de ti, de ustedes...—frote lentamente mis ojos con las palmas de mis manos.

—Lo se, lo se...—dijo acercándose más a mi y al estar lo suficientemente cerca mío merodeó con sus brazos apretando fuera su agarre, yo no me moví, al contrario seguí llorando más.

—¿En donde...?—intente preguntar pero ella me interrumpió.

—Se que tienes muchas preguntas, pero te explicaré todo despacio...

—¿Sabias que estaría aquí? ¿O que haces aquí?

—Vine a comprar unas cosas y te vi...No planeaba hablarte, pero algo me impulsó a hacerlo, no quería abrumarte viniéndote a hablar, lo siento. ¿Tu que hacías aquí?

—Ya veo...iba en camino q casa de Amber, pase a comprar unas cosas.—dije pasando mis manos por mis ojos.

—Amber...claro, la recuerdo.—dijo pasando su mano por debajo de sus ojos.—Bien, ve con ella entonces.

—No.—negué rápidamente.—Quiero explicaciones Briseida, ¿En donde esta...?

—Atenea está bien, Hades...Supongo que también lo está.—de encogió de hombros.

—¿Supones?—pregunté confundida.

—Está de viaje, y dijo que prefería desconectarse de la tecnología mientras tanto, volverá en una semana.

—Mhm, ya veo..—dije frotando mi nariz lentamente.—¿Puedes llevarme con Atenea?—pregunte

—Ahora no, Helena...es muy tarde, Amber estará preocupada por ti...

—Pero...¿Cuando volveré a verte?—pregunté mientras mis ojos comenzaban a cristalizarse nuevamente.

—Te prometo que tan pronto como pueda, y te llevare con nuestros hermanos, pero por favor...mis padres no pueden saber que aún estamos en Tokyo, hasta donde se aún piensan que estamos fuera del país.

—Por supuesto...

—Bien, Helena por favor maneja con cuidado y mantente tranquila, nosotros estamos muy bien, y prometo que nos reuniremos pronto, muy pronto.

—Mhm—Asentí con un pequeño sonido mientras limpiaba mis pocas lágrimas que quedaban.

—Bien...ve—se acercó a abrazarme y al rodearme con sus brazos la apreté con mucha fuerza.—Ve con cuidado.