Bajo la lluvia || Izana Kurokawa

Capítulo 11

||Por un bien||

Helena.

—¿Has estudiado?

—¿Hm?—volteé mi vista hacia Amber.—Ah...si, eso creo.

—¿Eso crees?

—Se me ha complicado bastante aprenderme el contenido...—Suspire.

—Era bastante información y es un poco complicada...—me apoyo Amber.—Lo has leído ¿no? Normalmente a ti las cosas se te quedan al leerlas, intenta repasarlas un poco más y tal vez se te quede.

—Lo intentaré...

—¿Todo bien? Te he notado rara, desde el fin de semana.

—He estado muy cansada, es todo...—frote un poco mi frente.

—Supongo que las semanas de exámenes nos mantienen estresadas...¿Que tal si salimos después del colegio? Podemos ir de compras...una salida entre nosotras dos, hace mucho no salimos juntas.

—Está bien, tienes razón pasó mucho desde la ultima vez que salimos juntas.—Me recosté sobre mi mano apoyada en nuestra mesa.

Ambas vimos entrar al maestro de asignatura y nos acodamos en nuestro lugar, guardando nuestros apuntes para que pudiera entregarnos los exámenes lo antes posible.

Entregue mi examen mientras Amber me esperaba afuera.

—¿Vamos?—me pregunto y asentí, pedimos un taxi para que nos llevara al centro comercial las cercano.

Una vez en el lugar buscamos algo para comer, era un poco pasado de las doce del medio día, así que teníamos hambre.

Encontramos un pequeño establecimiento de comida dentro del lugar, aunque se veía bastante formal, entramos ahí y nos sentamos en una de la esas vacías.

—¿Tienes pensado algo para ordenar?— le pregunté a Amber al no decidirme por algo.

—Creo que esta ensalada.— me mostró en el menú.

—Mmm, creo que pediré una pasta.—una vez decidimos nuestras órdenes, llamamos a una de las personas que trabajaban como meseros en dicho lugar, y poder pedir nuestra comida.

—Quiero esta ensalada, por favor.—pidió Amber y le señaló en el menú de igual forma.—Y una batido de fresa.

La chica asintió y tomó nota, luego volteo a verme en señal de dictarle mi orden.

—Quiero una pasta vegetariana, y...un refresco de limón.

—Perfecto, les traeré su comida en un momento.

Ambas asentimos y ella retiró las cartas de nuestra mesa. Amber y yo platicábamos sobre cosas de las que aún no habíamos hablado, y nuestra comía no tardo mucho en llegar, al paso de unos 15 minutos teníamos ya nuestros platillos en la mesa, las dos teníamos demasiada hambre así que nada fue testigo, y comenzamos a comer.

Una vez saliendo del lugar, luego de pagar, por supuesto. Buscamos en algunas de las tiendas de ropa que se encontraban en el centro, a Amber le gusta mucho ir de compras, yo simplemente lo hago cuando no tengo mas ropa, y tengo suficiente, así que no lo hago seguido, y como dijo mi papá; uso los tres mismos pantalones de siempre.