𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐯𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐭𝐫𝐞𝐬

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EL TIEMPO MÍNIMO QUE LE DABAN A UNO PARA ACOMODARSE AL REGRESAR A HOGWARTS ERA algo que Elara Ambrose odiaba.

Era la misma cosa todos los años y se estaba cansando más y más mientras crecía. El 1ro de septiembre iría a la Plataforma 9 y 3/4, después pasaría horas en el Expreso de Hogwarts, solo para subirse al carruaje, después al día siguiente ( estando más que cansada ) tendría que soportar un día completo de clases. Durante todo eso, solo habían unas pocas horas para que uno pudiera organizarse y ponerse cómodo antes que el día siguiente llegara. Y esas pocas horas no eran usadas de forma productiva, sino que eran ocupadas con un sueño muy necesitado.

Sin embargo, esas limitadas horas de descanso no hicieron mucho para ayudarla. Su humor estaba a juego con el clima de la mañana siguiente. La noche anterior, hubo una tormenta y aunque ya había acabado, el techo del Gran Comedor todavía estaba sombrío. Cúmulos de nubes pesadas de color gris peltre se arremolinaban en lo alto mientras la chica amargada se sentaba con sus amigos en la mesa de Slytherin.

Una de las partes tristes de tener un dormitorio en las Mazmorras de Slytherin era no poder saber cual era el clima hasta llegar al Gran Comedor. Las únicas ventanas disponibles para los Slytherin eran las que separaban a los estudiantes del Lago Negro. Y aunque era divertido conversar en lenguaje de señas con la gente del agua ( cuando decidían aparecer ), no podían hacer mucho para hacerles saber a los Slytherin el clima. Solo les habían podido decir si estaba lloviendo por el movimiento de la marea.

Elara todavía estaba muy irritada por el hecho de que no habría una temporada de Quidditch este año. Sentía que su mes de entrenamiento profesional fue for nada, volviéndose inútil. Acuchilló distraídamente su bowl de fresas mientras Blaise y Millicent examinaron sus nuevos horarios. Elara ocasionalmente levantaba la cabeza con una mirada penetrante dirigida a Theo.

El chico de cabellos castaños estaba tratando de quitarle el bowl de frutas, diciendo que Elara estaba haciendo que las fresas pasaran por una tortura que no se merecían. Theo también aseguraba que se comería su fruta con felicidad si continuaba acuchillándolas, lo que llevó a más miradas penetrantes. Las miradas pronto se alternaron a peleas hasta que fue Millicent quien chasqueó sus dedos frente a sus rostros para que se detuvieran. El duo de mejores amigos con ojos azules detuvieron su discusión al instante, mucho para la decepción de Blaise que lo encontraba muy entretenido.

Mas adelante en la mesa estaba sentado uno de los tríos más extraños que Hogwarts había visto. Era una vez cada mil años que Draco Malfoy y Ginny Weasley se llevarían como seres civilizados. En ese momento, Daphne Greengrass era la única razón por la que el par de Slytherin y Gryffindor no estaban discutiendo. Los había puesto en un trance con un diario de arte que estaba lleno de pinturas que había completado durante el verano. Draco y Ginny felicitaron a la chica mientras pasaban por las páginas de su diario, a lo que la chica rubia se sonrojaba y expresaba su gratitud.

𝐧𝐨𝐯𝐚𝐭𝐮𝐫𝐢𝐞𝐧𝐭, harry potterTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang