𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐯𝐞𝐢𝐧𝐭𝐞

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MIEDO ERA LA INTENSA EMOCIÓN QUE UNO SENTÍA CUANDO CREÍA QUE ESTABA BAJO AMENAZA, ESPECIALMENTE por alguien o algo peligroso. La intensa emoción no era algo que Elara sentía seguido, para nada. Sin embargo, el miedo era todo lo que consumía su cuerpo  dentro de un radio de seis pies de Axel Ambrose. Era sentido común que uno no debería temerle a su padre, pero el hombre Ambrose  desafió todos los atributos de como debería ser un padre apropiado. Si había una cosa que Axel hacía realmente bien en su vida, era generarle miedo a su hija por cualquier hombre mayor que ella, o en general cualquier hombre que o conocía muy bien a Axel o había interactuado con él por una larga porción de sus vidas. No importaba lo muy bien que lo escondía, Ella era muy cuidadosa alrededor de esas personas en particular. Este perenne era una de las cosas más feas que la afectaban.

El miedo no era algo que Elara sentía seguido cuando estaba lejos de su padre. Pero esa emoción desagradable era la razón exacta por la que su cuerpo se puso rígido y tenso al ver a Sirius Black. El miedo y angustia pasaba por sus venas. Su expresión facial era la única que se mantuvo, incluso cuando sus puños se apretaron, o como apretó la mandíbula y su respiración se entrecortó. La expresión que tenía era impenetrable.

El perro negro que Elara creía que era un perro de verdad estaba lejos de serlo. Canuto había sido un Animago todo este tiempo. Se unía a la montaña de traiciones que Ella había aguantado los meses pasado. Si esto era lo que traía el tercer año en Hogwarts para todos, nunca le desearía esta experiencia a nadie.

La forma de Animago le pertenecía al único e inigualable Sirius Black. El mismo hombre del que su mamá y James Potter fueron mejores amigos con durante su adolescencia. Quien era la supuesta razón detrás de la muerte de Lily Evans y James Potter.

La chica con ojos de océano sabía que su madre creía que el convicto en fuga era inocente. Era como si Lilith de Fitzroy todavía tenía una chispa de esperanza que Sirius fuera la misma persona que antes. El chico con cabello largo y ojos grises que tenía una relación complicada con su hermano menor y un odio hacia todo lo que creía su familia, tanto que tuvo la suficiente valentía para ir en contra de ellos. Pero también un chico lleno de risas y travesuras que se merecía el mundo entero, y una vida en la que todavía tenía todo lo que había comenzando a querer.

Era en momentos como esto en los que uno no sabía en qué creer o en qué considerar la verdad. Había una fina linea entre las mentiras y la verdad, justo como cuando se trataba del amor y el odio. Aveces Elara no podía distinguir la diferencia entre ambos, habiendo sido alimentada con completas falsedades durante toda su vida que realmente creía que eran verdad hasta que fueron probadas que eran lo contrario. Conoció el odio toda su vida ( habiéndolo sentido con Potter pero ahora con su padre ) aunque realmente nunca sintió el amor. Al menos no de la forma que siempre quiso. Y con Sirius Black de pie frente a ella con ahora cuatro varitas en mano ( habiendo capturado tres varitas con el hechizo "Expelliarmus" utilizando la varita de Weasley ) Elara no estaba segura sobre si este hombre era inocente después de todo. También había una área gris entre completamente inocente y ser completamente culpable. La pregunta era, ¿en qué área estaba Sirius Black?

𝐧𝐨𝐯𝐚𝐭𝐮𝐫𝐢𝐞𝐧𝐭, harry potterWhere stories live. Discover now