Noticias I

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La noche despejada de invierno permitía lucir el bello cielo estrellado que se extendía como un lienzo negro salpicado de titilantes estrellas que delineaban con delicadeza los apenas perceptibles cambios de colores de la Vía Láctea, mientras la luz de la luna, iluminaba con todo su esplendor la suave y esponjosa capa invernal cubriendo la superficie del tupido bosque blanco, donde el crujido ligero de la nieve bajo los pasos resonaba entre la quietud, creando una melodía que rompía con el silencio de la noche.

Tendida en la blanca nieve y envuelta en el atuendo obsequiado por los Minks; la peliblanca descansaba vulnerable ante el frío, siendo una de las raras ocasiones que exponía su piel, suave y uniforme. Su cuerpo solo podía ser ubicado gracias a la llamativa falda roja extendida que a lo lejos parecía un rastro de alguna escena criminal, mientras su cuerpo se mimetizaba con la nieve, logrando camuflajear su top blanco y cabello, dejando ver tan solo sus brillantes ojos azules.

La ligera tela apenas proporcionaba abrigo, dejando sus pies descalzos expuestos a la baja temperatura junto con gran porcentaje de su piel que conectaba directo con el congelado manto, dejando su cuerpo inmóvil, como si el invierno hubiera reclamado su calor, mientras sus ojos humedecidos permanecían fijos en el cielo estrellado, otorgándole la apariencia de un cadáver helado abandonado a su suerte en medio de la nevada noche.

Toshinori logró arribar a su ubicación siguiendo la Vibre Card, que por su comportamiento, comprendió la mujer podía estar en un estado catatónico.

—¿CÓMO TE FUE EN TU DÍA LIBRE? —Cuestionó ocultando su angustia, en espera de respuesta que le demostrara estuviera consciente; más esa respuesta no llegó. Sin embargo, un parpadear le hizo entender que solo se encontraba ensimismada; por lo que se enfocó en aquello que parecía tenerla hipnotizada, volteando al bello cielo nocturno, con el susurro del viento como acompañamiento.

—EL SOL Y LA LUNA ES LO ÚNICO QUE NO HA CAMBIADO...

—Los humanos siguen siendo una mierda. —Finalmente respondió con un tono monótono, sin rastro de ánimo y provocando que el jubilado le prestara atención debido a su negativo comentario.

—SEGUISTE INVESTIGANDO A PESAR DE QUE TE DIJIMOS QUE DESCANSARAS... —Toshinori suspiró en decepción.

—No... Llevo aquí horas meditando que tanto vale la pena seguir viviendo...

Sus palabras resonaron con tristeza y desaliento en el héroe; Ese estado anímico, junto con su comportamiento y mentalidad, presentaba una combinación devastadora para su salud mental. Toshinori se mantuvo serio, sintiendo impotencia al no poder ofrecer una respuesta con la escasa información que recibió de su parte.

—Seiscientos años es demasiado y no he hecho más que desperdiciarlo en un deseo que no tiene sentido. —Expresó desalentada, manteniendo su vista en las estrellas.

—PARA TI LO TIENE, ESO ES LO QUE IMPORTA.

—...

—¿Eres consciente de que estás incitando a que cometa un crimen?...

—SI... CREO ENTENDER TUS MOTIVOS.

Un silencio profundo se apoderó nuevamente del entorno, solo interrumpido por el susurro del viento entre las agujas de los pinos.

—La verdad es que, quitando mis habitos para sobrevivir... No encontré nada mas que hacer. —La peliblanca respondió a la pregunta con la que el jubilado dio inicio a la conversación.

—No sé qué me apasiona, ni siquiera sé qué es lo que disfruto. —Volvió su vista hacia él con expresión seria. —Durante todo este tiempo, he cargado con rencor y remordimiento, intentando redimirme a través de buenas acciones... Siempre evitando el contacto cuando me canso de la interacción... Nunca he intentado realmente disfrutar de la vida... Así fue en el pasado y así es ahora... No tengo idea de cómo vivir de otra manera.

Milenio Vacío II: Viejo MundoWhere stories live. Discover now