"Misión: Bebé" Sakuharen 🔞

11- Shisui

La mesedora ya venía armada, al igual que la silla de comer, de todas formas Obito busco las herramientas que guardamos en el depósito y ajustó cada tornillo que vio.

El corralito fue muy simple de armar, la cuna y el cambiador con bañera incorporada, nos dieron un poco de trabajo.

Para empezar, discutimos sobre el lugar donde dormiría la niña.

Okey, tenían razón, no pensé en eso. Y definitivamente mí dormitorio no estaba en la lista.

Tampoco el de Itachi, que seguía durmiendo, o teniendo sexo con Temari. No tengo ni puta idea de quién es, pero las paredes que dividen nuestros cuartos no son muy gruesas, teníamos mucha mierda de cables y computadoras para instalar por lo que optamos por una pared más delgada. Y ahora sufro las consecuencias de oírlo follar con una mujer diferente cada vez que va al bar.

—Vamos a ponerla en mí habitación. Es la más ordenada, limpia y espaciosa ya que no tengo demasiados muebles.— Dijo Sasu.

Estaba de acuerdo con él, pero Mad seguía diciendo que él era el mayor y que le tocaba cuidar de todos nosotros, incluida la pequeña.

—¿Y si reformamos el cuarto de lavado?— Dijo Izuna. Se estaba comiendo una porción de pizza fría que sacó de la heladera en algún momento cuando entrábamos las cajas del garage.
Sasu lo miró molesto. Podía sentir el tic en el ojo del gemelo obsesivo. Esas migas que Izuna iba regando tendrían a Sasuke barriendo el piso antes de que su hermano acabe la puta porción de pizza. Contuve la risa viendo de uno a otro.

—Solo tenemos tres lavarropas y dos secadoras para reubicar...— se mofó Obito de la sugerencia de Izuna.

— No creo que la bebé pueda dormir con el ruido de las máquinas.— Dije pensativo.

—Mi cuarto... — Insistió Sasu rodando los ojos y luego se levantó y corrió a la cocina a buscar la escoba y el recogedor.
Si Itachi hubiera estado aquí, abríamos apostado por el tiempo que tardaba Sasu en ponerse a limpiar.

—¿Y cuándo quieras traer una compañía dónde metemos a la bebé?— Preguntó Obito.

Sasu suspiró. Termino de juntar la mugre que hacía su gemelo y le dio un correctivo antes de ir a tirar la basura a la cocina.
Izuna se rió entre dientes.

—Deja de atormentarlo.— Le siseo Madara y lanzó una patada en la espinilla de Izuna. Luego agregó: —Por eso es mejor mí dormitorio. Nunca traigo a nadie.

—Hablando de eso...— Murmuró Izuna y sabía que iba a decir una de sus tonterías habituales.— ¿Te has vuelto célibe?

Obito, ahogó una carcajada ya que la bebé estaba dormida en sus brazos.

Madara, negó antes de sonreír de lado. —Llevo a las señoritas a un hotel. No traigo mujeres a mí casa.

Izuna, se tapó la boca fingiendo sorpresa.

Antes de que se siguieran molestando. Tire de mí primo, el gemelo tonto y lo arrastre hasta la habitación de Madara, para mover su cama y hacer lugar a la cuna. Sin embargo ya se nos había adelantado. La cama estaba contra la pared que conecta con el dormitorio de Obito.

—Tenía miedo de quedarme dormido y que ella ruede al piso. — mascullo desde la entrada, nos había seguido, obviamente.

Finalmente armamos la cuna.
Decidimos instalar el cambiador con bañera en la cocina, a un lado de la barra. Ya que teníamos la conexión de agua ahí mismo, sugerir uno de los baños privados nos llevaría a discutir como con las habitaciones.

Después de que nos aseguramos que la manguera de desagote estaba bien ajustada y no íbamos a inundar la cocina cada vez que la bebé tomará un baño. Miramos la sala, ahora no tan masculina como está mañana.

Entre los taburetes de la barra de desayunó, había una silla color crema, con una funda vinílica celeste pastel, llena de nubes blancas y esponjosas.

Junto al modular, había un corralito que dentro tenía un gimnasio de bebés.

Sobre el sillón más largo, estaban las bolsas de ropa y al lado la mesedora.

En la mesa baja dónde comíamos y desayunábamos juntos, estaba el bolso de la bebé y al lado de puerta en la habitación de Mad, estaba la sillita con la que dejaron la bebé en la oficina.

Tomé algunas fotos para añadir a nuestro álbum familiar.
La cuna estaba felizmente instalada en el dormitorio de mí primo mayor.

—¿Qué hacemos con la ropa?— Dijo Sasu, mientras las vaciaba y hacia pilas sobre el sillón.

Me puse a mirar todo lo que había pedido en línea.
Busque talles para los próximos meses anticipando que esto iba a ser un trabajo de más tiempo que los que hacíamos normalmente.
Trate de no desordenar las filas, mi pobre primo ya estaba demasiado estresado.
De todas formas, había revisado cada bolsa y caja en cuanto las trajeron. Curiosear era lo mío.

La alarma de proximidad sonó de nuevo, me acerque a la pantalla en la cocina. Un taxi estaba estacionado frente a la casa de Itachi. Sonreí de lado.
Una rubia muy sexy se subió al auto y algunos minutos después, Itachi apareció duchado y con su cara de: "no dormí nada, pero soy un tipo felizmente follado."

Soltamos la risa cuando sus ojos empezaron a recorrer la sala y notar el nuevo mobiliario.

—Bueno, debería llamar a mí cita y darle gracias por mantenerme entretenido. Me ahorre todo este trabajo.— Escupió mientras se tiraba en el sillón junto a Obito.

—¿El engendro duerme?— miró a la niña en brazos de nuestro hermano.

—Te esta esperando para que cambies su pañal a la velocidad de la luz.— Se burló Obito.
Madara se estremeció, seguramente recordando lo que hizo mí hermano. Tuve que revisar las grabaciones de la sala para verlo, sin dudas estaba ebrio.

Su rostro se arrugó, podía imaginar su cerebro clasificando recuerdos recientes nublados por el alcohol.

Abrió su boca, luego la cerro y frunció el ceño.
— Creí que era un fusil para desarmar...— soltó alarmado. —¿Esta bien? ¿No la rompí?

Su rostro de pronto se había vuelto pálido.
Todos estallamos en carcajadas, que inevitablemente despertaron a la pequeña.

—Ten, has tu magia.— le dijo Obito, pasando la bebé a los brazos de Itachi.

—Necesito algunos tragos primero.— Escupió  y volvimos a reír como un grupo de inadaptados.

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¿Ya les dije que me encantan estos primos hermanos?
Son tan lindos🤭😍

Para alegrar el fin de semana, hay capitulo hoy y capitulo mañana.

Los amo💕

👑🌈