"Misión: Bebé" Sakuharen 🔞

21-Itachi

El depósito parecía vacío, pero sabíamos que estaban dentro, un piso por debajo del lugar.
Las firmas de calor mostraban al menos a siete personas.

No podíamos hacer mucho más que investigar.
El verdadero golpe sería al mismo tiempo, luego de que mí hermano y mí primo hackearan las cámaras del laboratorio.
Konoha-Med, no tendrían idea de lo que pasó.
Los involucrados en toda esta mierda, iban a ser eliminados juntos.

Sentí mí movil vibrar y revise por costumbre los mensajes del grupo, grande fue mí sorpresa cuando leí un mensaje de Saku.
De inmediato envié un emoji que expresaba como me sentía.
Obito me susurro lo mismo que estaba escribiendo —¿Desde cuándo está SaKu en el grupo? ¿Y por qué nadie aviso?

—No lo sé, no he prestado demasiada atención a lo que envían a menos que digan lo que tengo que llevar para la cena o para la apestosita.

"¿Ustedes no deberían tener el movió inactivo? Están trabajando..." Nos regaño Shisui. Y con razón.
Madara se sumó a la conversación con un audio. 
Trate de hacer memoria de lo que habíamos estado compartiendo, mí cerebro no registraba nada vergonzoso. Al menos la temporada de bromas sexuales había terminado.

"Te esperamos, Sarada aún no quiere dormirse." Escribió Sasu. 

"Mis clases casi acaban, por lo que pronto mis visitas serán en horarios adecuados." Respondió ella.

—Mierda, me encantaría estar en casa para recibirla.— Resople. Me apresure a enviar otro texto antes de que tuviéramos que enfocarnos de lleno en el trabajo.
"Preciosa, tú puedes visitarnos cuando te de la gana, siempre es un placer verte."

"Lástima que se pierdan la visita de esta noche"
Puso el gemelo fastidio con muchos emojis riendo. Casi podía verlo al muy cretino, disfrutando la situación.

Busque entre mis emojis más usados y ahí estaba el que más le envío al cabronsito de Izuna.

"Fuck you"
Pulse enviar y sonreí. Seguro estaba riendo a carcajadas.

—Vamos a concentrarnos, así podemos regresar temprano. Con suerte la sexy pelirosa sigue en el almacén.— dijo Obito.

A todos nos gustaba esa chica. Para que mentir o disimular.

Nos movimos lento hacía el deposito, buscando los mejores lugares donde escondernos.

Mí cuerpo vibraba de ansiedad, quería una buena pelea.
Quería que los culpables de lastimar a Sarada sangren.
Mí hermano mayor siempre se preocupo por mi deseo de venganza. Él no entiende cuánto me impulsa. No puedo dejar pasar las injusticias, cuando tengo las capacidades y medios para detenerlo.
Al menos en mí ciudad. No me involucro en cosas que no pueda resolver, sería demasiado frustrante.
En cambio ésto, sé que puedo ocuparme y asegurar el futuro de Sarada.
Sobre todo ahora que ella es nuestra bebé. Porque aunque Sasuke figure en sus papeles, la apestosita es de los seis.
Y nadie se mete con nosotros sin consecuencias.
Se de una guerrilla que fue destruida integra, por tocar a mí familia.
No tuvimos piedad con esos imbéciles y no la tendremos con estos idiotas del laboratorio.
Desde los lacayos que solo mueven coches, hasta los accionistas que pusieron su dinero en este sucio proyecto.

—Van a morir.— susurré.
Obito asintió, como si pudiera seguir la línea de mis pensamientos.
Cosas inexplicables de hermanos.
Le di una media sonrisa, y nos volvimos sombras al rededor del deposito.

—Necesitamos pequeñas cámaras en los alrededores. Y también hay que meterse dentro.— Murmuró mí hermano.

Me hizo una seña y nos dividimos cada uno hacia un lugar diferente.