41- Sakura

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Salgo de la ducha más rápida que tome en mi vida.
No sé donde se ducho Obito ya que me adueñe de su baño.
No les molesta, están felices de compartir su espacio conmigo.
Y me aprovecho de eso impunemente.

Me visto, luego aplico un poco de sombra en mis ojos y el delineado normal que hace que mis ojos parezcan gatunos.

Saliendo de los dominios de Obito, siento las risas en la gran sala.

-Ella no para de decirlo.

Shisui suspira cansado.

-Eso es porque estos estúpidos siguen riendo como marmotas cada vez que lo hace. Cree que es gracioso.- Explica Itachi.

- ¡Porque es gracioso!- justifica Izuna.

Agradezco que lo tengo cerca para poder aplicar un correctivo en su cabeza.
Se gira sorprendido y me regala una sonrisa de disculpas.
-Por supuesto que no es gracioso. Ella es una bebé. Y ahora anda maldiciendo y tratando de enseñar su dedo medio como una camionera.

Un coro de risas estalla entre los presentes, eso incluye a Obito, Izuna, Itachi y Shisui.

-Estoy segura que no se reirían tanto si Mad o Sasu estuvieran aquí.

-Bueno es una suerte que la apestosita mojara la camiseta del histérico y él corriera a su habitación a cambiarse.- Dice Obito y me guiña un ojo.

-No le digas asi.- lo regaño.- ¿Y Mad?

Vuelven a reir los cuatro. Mientras frunzo mi ceño.

- Sabías que me refería a Sasu.- se mofa Obito.

-A Mad le tocó vigilar a nuestro científico estrella.- Me aclara Shisui.

-¿Hay avances?

- Lo estamos presionando, pero debe hacer una prueba para asegurarse de que está en el buen camino con la fórmula.

-No pondrá un solo dedo sobre mi bebé.- Gruñe Sasu, llegando por detrás y me rodea con los brazos. Dejo que mi espalda se apoye contra su pecho.
Todos son tan anchos y sexys.
Suspiro de placer y entonces Obito tira de mi brazo para robarme.

-Me llevaré esta muñeca, te quedas con la mini camionera, solo nos falta enseñarle a eructar.

-Oh, pero ella suelta mejores eructos que tú.- le reclama Izuna.

-De hecho, eso es cierto.- Añade Itachi.

-¡No es una mini camionera!- me quejó.

-Tú lo dijiste preciosa.- Obito me bloquea los brazos para que no pueda golpearlo. -Te llevo y te traigo, está noche tu culo es mío nena.

Siento risitas de fondo, pero estoy perdida en lo intenso que me mira Obito.

Me ha besado, me ha tocado el trasero descaradamente, pero no hemos dormido juntos. Bueno, si es que dormir está en la ecuación acaso... No lo creo.

Salimos hacia el bar. Hoy hay happy hour desde las nueve, así que va a estar lleno de universitarios tratando de desconectar y divertirse un poco.

Me ajusto el cinturón y Obito pone en marcha su camioneta.

El móvil comienza a sonar, y lo conecta al vehículo, para poder hablar sin que lo multen por conducir y responder el celular al mismo tiempo. Chico listo.

"Estoy en el bar que me dijiste. ¿Dónde diablos estás hombre? Hay un montón de mujeres comiéndome con sus ojitos. Si mí esposa se entera, estoy muerto."
Dice la voz de su amigo apenas respónde.

"Estoy en camino, evita el contacto visual. Mí novia dice que hay Happy hour, esas universitarias están famélicas de un trozo de carne como tú".

El tipo resopla mientras mí Obito se ríe.

"Misión: Bebé" Sakuharen 🔞Where stories live. Discover now