3- Obito

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Estaba llegando al almacén, cuando mí móvil sonó.
Estacioné mí Subaru Forester negro, frente al apartamento.
Todas las persianas del almacén estaban cerradas. Mis hermanos deberían estar trabajando y mis primos durmiendo.
Era aún muy temprano.

Apague la música y mire la pantalla del móvil.

"La alarma de la agencia se activo. Ponte en contacto con los demás."

-¡Maldición! ¿No puede un hombre relajarse estos días? Si hubiera regresado del bar con alguna belleza, se iban a joder solos. - Resople mientras le marcaba a mí hermano menor.
Tras dos timbres respondió molesto.

-¿Qué diablos pasó?

-¿Y yo cómo demonios voy a saberlo? Estamos recogiendo a la familia de Tazuna, para llevarlos al aeropuerto, cuando hablé con Izuna, quedó en informarme ni bien llegará a la agencia, pero aún no tengo noticias. Ve y dime qué diablos están sucediendo. Voy a revisar las cámaras en cuanto estemos en viaje.

Luego colgó. Sabía que él y mí otro hermano, Itachi, estaban escoltando a la familia del diputado al aeropuerto. Ignore la forma en que me había dado órdenes. Ya no estábamos en el escuadrón, pero las habilidades especiales de Shisui, lo habían puesto al frente de nuestro equipo en varias misiones. A pesar de su edad.

Ambos, mis dos hermanos eran unos jodidos cerebritos. Siempre lo habían sido. Me metía con ellos cuando eran niños, pero hoy en día, reconozco que sin sus habilidades, estaríamos todavía rastreando a esa maldita guerrilla.

Encendí el coche y puse marcha atrás, mí casi noche de sueño reparador se alejo, mientras volvía a la ciudad y me dirigía a la agencia.

Había esperado un allanamiento, un intento de robo común. No hacía mucho que pusimos la oficina, para facilitar el trato con los clientes.

Desde el inicio, note la puerta abierta, la cerradura forzada y un montón de productos de bebé sobre la mesa de entrada.

Tomé un paquete de pañales y lo miré sin entender que hacían esas cosas aquí.
Luego me dirigí a la parte de atrás, y en medio de la oficina ví a mí primo, con una bebé muy pequeña en sus brazos, casi me da un shock.

-¡Puta vida! ¿Soy tío?

Los tres me miraron y rodaron sus ojos.

-No. Solo eres un idiota.- Gruñó Sasuke, que estaba acunando a la pequeña como si fuera suya.

Puse los pañales junto a la computadora donde Izuna estaba trabajando.
Podía sentir el tic en el ojo del gemelo obsesivo, a simple vista sabía que él había colocado todos los productos de bebé sobre la mesa. Sasuke, tenía serios problemas, era un enfermo del orden. Con un desorden obsesivo compulsivo del cual nos burlamos a diario, no con maldad, sino para molestarlo un poco, cosas de primos hermanos.
Realmente amo al cabrón, con sus TOC y todo.
Su gemelo por el contrario es un desastre, deja todo regado por doquier. Y es el que más disfruta molestando a Sasu.

Daba gracias a los dioses por sacar los hermanos tranquilos.
A veces sentía pena de mí pobre primo. Izuna y Sasuke, sabían cómo volver loco a Madara.

Me acerque y mire a la bebé, toda vestida de rosa, supuse que sería una niña. Hoy por hoy no se sabe, con todo eso de "los colores no tienen genero".-¿De quién es está cosita preciosa?- murmuré al notar que la criatura estaba dormida.
Me había acercado a Sasu, para poder verla con más detalle, pero más que nada, me acerque lo suficientemente como para poder olerla.
Me gustaba el olor de los bebés tan pequeños y bonitos.

-¿Qué rayos haces? La vas a despertar imbécil.

Olfatee de nuevo-Ella no huele a bebé.- Me acerque un poco más y note ese olor a medicamentos y antisépticos.-¿Está enferma?

"Misión: Bebé" Sakuharen 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora