27- Sakura

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La cena a la que me invitaron los chicos fue hermosa.
Había estado indecisa sobre la ropa, sobre el lugar, pero todo salió increíble.

No quería que terminé, pero Sarada estaba empezando a ponerse inquieta, y Sasuke sinceramente iba a tener un colapso en cualquier momento.

Se había esforzado tanto en ponerla linda, desde el vestido hasta los adorables zapatitos, pero como todo bebé, había hecho un desmadre en su esquina de la mesa.

—Espero que el de la tintorería nos haga precio.— resoplo Itachi al ver cómo la pequeña tocaba la flor que tenía en la cintura, había sido celeste hasta hace unos momentos, luego la descubrió y ahora estaba llena de deditos con salsa.

—Solo a ti se te ocurre vestir al engendro de princesa.— se mofó Shisui.

—¿Lo dice él sujeto que sacó en seis cuotas una maldita tiara?— Resopló Izuna.

—Ella es nuestra princesa. Así que debe lucir como una, sobre todo si se les ocurre venir a cenar al lugar más esclusivo de la ciudad.— Mascullo Sasuke, limpiando una vez más las manitos de la bebé.

—Vas a tener que bañarla de nuevo.— Aseguro Obito divertido. Sasu suspiró.

—Yo lo haré. Podemos usar el cambiador con bañera que instalaron y rara vez usan.— dije haciendo un guiño a Shisui.

—Ella tiene razón.— soltó.

—Será bueno poder bañarme solo de nuevo— admitió Madara. Los demás rieron.

—Coincido. — agrego Sasu.

Pedimos el postre para llevar. Ya que la pequeña estaba cansada y molesta cuando Sasuke le retiró el plato y se lo entregó a uno de los mozos.

Una vez que le entregaron a Obito el paquete y Madara pago con la tarjeta de la empresa que tienen en común. Rodeé la mesa para levantar a la pequeña.

—Oh, no, no lo creo. Te va a llenar de salsa a ti también y nuestro primo va a explotar. Demos a Sasu un respiro por esta noche. — Murmuró Itachi, tomándome de la cintura y alejándome de la silla donde Sarada me miraba sin entender nada.

—Ven aquí.— soltó Izuna, quién se apuro a levantarla ya que su gemelo la miraba sin saber de dónde agarrarla.

—Tú traje también va a la tintorería junto con su vestido.— Aseguro Sasuke.

Quería preguntar de dónde venía su obsesión con la limpieza, pero sentía que era un trauma personal y algún día me lo diría.

Madara me miró fijo y sonrió de lado. Tal vez me dirían antes lo que tanto me intrigaba.

—Vamos a casa familia.— declaró Obito.

Salimos del restaurante y regresamos al almacén.
Iba a darle un baño a la pequeña y hacerla dormir para que pudiéramos comer el postre.

Los chicos hicieron bromas sobre quién me llevaba, pero tenía una curiosidad que satisfacer. Así que me desenrede de los brazos de Itachi y caminé moviendo el trasero hacía Mad.

—Él me trajo y él se encargará de llevarme de regreso.

Sentí las risas de todos de fondo.
Una vez en el coche, vimos a los demás subir a los autos y arrancar.

Madara encendió el auto y salimos detrás de la Subaru de Obito.

—Hay algo que quiero preguntar. Y no sé si me estoy metiendo demasiado, si no te parece correcto, ignora mí pregunta. — empecé diciendo, mientras retorcía mis manos sobre los muslos.

"Misión: Bebé" Sakuharen 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora