18- Itachi

1K 153 32
                                    

Las palabras de Tsunade nos conmocionaron.
Miré brevemente a Izuna, sentado a mí lado, y luego mire la pantalla. Sasuke se veía sombrío. Seguramente la doctora le había advertido sobre esto. Y por eso organizó la video llamada.

—¿Cuánto tiempo tenemos?— Necesitábamos empezar a organizar está misión. Iba a tomarme el asunto como cuando decidimos revelarnos y buscar a los gemelos, a pesar de que el comandante ordenó regresar a la base. Si fuera necesario, sacaría a ese científico de las pestañas y lo obligaría a darme las drogas que uso en nuestra bebé.

Me sacudo internamente. Ya estaba sonando igual de posesivo que Sasuke con la pequeña.
Tío o no, ella era nuestra desde que asumimos su cuidado. No iba a dejar que muera porque unos imbéciles decidieron jugar con su vida.

—Esto es algo estimativo, necesito más análisis para confirmar, pero diría que unos seis meses como máximo. La degradación celular que sufre es progresiva. Creo que necesitará esas drogas a lo largo de toda su vida. Quizá pueda desarrollar algo que lo controle o anule. Solo él sujeto que la inyectó puede arreglar esto. Es aún pequeña y podría tener una oportunidad.

El silencio era abrumador.
Sarada balbuceó y trato de alcanzar la cadena de mí hermano para llevarse las alianzas de mis padres a la boca.
Sonreí de lado.

—Es tan inocente y linda, no puedo soportar pensar en todo lo que le hicieron. Vamos a hacer que paguen y nos vamos a asegurar de que no vuelvan a hacerlo.— Afirme.

—Si.— confirmaron mis primos y hermanos a coro.
No tenía dudas de que estaban conmigo sobre esto.

—Entre los archivos que la mujer robo, hay fórmulas incompletas. Poner a un especialista a trabajar en ello es un gran riesgo, comenzaría a hacer preguntas.— Planteó Tsunade.

—Por eso necesitamos a ese sujeto.— Agregó Sasu.

—Nos ponemos a trabajar en eso de inmediato.— Gruñó Madara.

Sasu se acerco a la pantalla.
—Voy para casa.

—Gracias por todo Doctora Senju.— dije.

—Quiero que mantengan a mí hija a salvo, y a mí nueva nieta. — mascullo. Pude ver el atisbo de una sonrisa en su perpetuo gesto de molestia.

—Lo haremos.— Confirmó Mad. Y un escalofrío me recorrió de pies a cabeza.
La última vez que escuché esa determinación en su tono, fue antes de que acabará con una guerrilla completa para rescatar a sus hermanos.

Satisfacción brillo en los ojos de cada uno de nosotros. Sabíamos cuando estaba determinado en algo. Nadie iba a impedir que capture a Yakushi y lo arrastre a nuestro sótano para que nos de las fórmulas de las drogas que iban a salvar a Sarada.

La comunicación se cortó.

—Tenemos que organizar un seguimiento. Hay que localizar a Yakushi y capturarlo.— Dijo Obito.

—Pero no podemos hacerlo antes de acabar con el laboratorio.— intervino Izuna.

—Dos equipos, necesito inteligencia. Quiero saber dónde está, que comió, a qué hora entro al maldito baño a cagar su jodido almuerzo.— Dijo Madara.

El gemelo se dirigió a su habitación. Seguramente iba a estar sentado en la computadora rastreando a ese científico.

—¿Qué hacemos con el depósito?— cuestionó Shisui.

—Plantamos cámaras. Quiero saber qué horarios manejan, ¿quién entra? ¿quién sale?. Ese es el lugar al que llevaron a la mujer, probablemente sea donde la mierda pasa.— dije.

"Misión: Bebé" Sakuharen 🔞Where stories live. Discover now