34- Sasuke

1.1K 165 54
                                    

No me gustaba ensuciarme.
Nunca me gustó, de pequeño tampoco disfrutaba la tierra en mis manos o mis rodillas.
Izuna y mis primos más chicos, jugaban en el jardín, hacían trincheras, cavaban pozos para llenarlos de agua y meterse en el lodo.
Hacían cosas que para los niños eran geniales, pero yo la veía como asquerosas.
La tierra se metía bajo tus uñas...
No. Definitivamente no me gustaba eso.
Incluso si hacía deportes y sudaba, regresaba directo a bañarme.
Me acostumbré a vivir con las burlas, sobre todo de los ajenos a la familia. Y dentro de casa, los chicos ya me conocían y no les importaba.

Luego de volver, después de pasar ese tiempo de calidad con nuestros guerrilleros amigos. Insertando sarcasmo.
No podía soportar la más mínima suciedad.
Nuestras vacaciones forzadas por la selva fueron terribles.

Ahora que puedo limpiar todo, lo hago, una y otra vez, aunque los chicos resoplen. No puedo evitarlo.

Subí la escalera para dejar el sotano y encerrarme en mí habitación hasta tranquilizarme.

Las salpicaduras de sangre sobre mí piel se sentían como ácido.

—Sasu...

Pase junto a Saku sin poder detenerme.

—Ey, vamos a pedir pizza.— Me grito mí primo.

Sentí los chillidos emocionados de Sarada. Y el murmullo de Izuna diciendo.
—Dejalo, necesita tomar una ducha. Mí gemelo me conocía mejor que nadie.

—¿Él está bien?— la voz preocupada de Saku me hizo sentir como una mierda. No quería preocuparla, pero sino me metía bajo el agua pronto, iba a tener una crisis de ansiedad. Ya estaba respirando agitado.

—Lo estará, en un rato.— dijo Izuna.

Entre a mí departamento y me quite los borcegos, pantalones y boxers. No tenía nada más. Arroje todo en el cesto de ropa para lavar y entre al baño.

Me metí bajo la lluvia que ni siquiera había empezado a salir caliente. Aún estaba algo tibia.

Mí rostro bajo el agua, con los ojos cerrados y los oídos tapados, no me di cuenta de que tenía compañía hasta que sus manos rodearon mí cintura y pegó su frente en el centro de mí espalda.

Me puse tenso, pero sus dedos acariciaban en círculos calmantes mí estómago. Delineando con cuidado mis abdominales.

—Sakura, ¿por qué estás en la ducha conmigo?

— Necesitaba tomar una ducha justo ahora.

—Aja... ¿Y tenía que ser la misma ducha que yo estoy tomando?— deje que la diversión se filtrara en mí voz.

—Dijiste que no tenían problemas en compartir. No seas egoísta con la ducha Sasuke. — me regaño entre risas.

—Voy a girar, te voy a levantar, y te voy a besar.

—¿Es una amenaza, un aviso, o una promesa?— se burló. Sus dedos bajaron un poco luego de hacer círculos suaves al rededor de mí ombligo.

Sujete su muñeca a un par de centímetros de mí pene. Estaba tan duro desde que la sentí abrazándome por la espalda, que empezaba a dolerme.

Gire y la levanté como había dicho, ella jadeo sorprendida.
Su sonrisa se ensanchó y sus piernas me abrazaron como una tenaza.

Estaba tan desnuda como yo, y su sexo se froto contra mí dureza.

Cerré los ojos, respirando hondo para calmar está ansiedad.
Toda la sangre se había lavado, y mi cabeza tenía otro enfoque.

Me moví, dejando que sintiera como me ponía.
Saku gimió y cuando su boca se abrió para decir algo, la bese, no fue esos besos que le habíamos robado. Fue una declaración, una posesión.
Entre en su boca, como ella había entrado en mí ducha, con determinación, decidido a todo.

Se movió contra mí, y gemí contra su boca.
Siguió frotando nuestros sexos, mientras nos besábamos hasta el olvido.
Me alinee y entre, ella me soltó la boca para morder mí hombro mientras se estremecía.

El placer de sentirla apretando al rededor, fue tan grande que jure en voz alta.

La apoye contra los azulejos, y empecé a embestir con fuerza.
No podía ser suave, no podía ir lento.

SaKu gritó mientras besaba su cuello, y seguía entrando y saliendo con fuerza. Iba a dejarle las huellas de mis manos en su trasero, y no parecía importarle nada.

Gimió, jadeo y tembló, suplicando que no pare, que fuera más fuerte, más rápido, más duro. Y le di todo lo que pidió.

Sus piernas no me soltaron a tiempo, así que por primera vez en mí vida me vacíe en su interior. Nunca había tenido relaciones sin cuidarme.
Saku me nublaba el juicio por completo.

—No nos cuidamos.— gruñi. Con un último par de besos contra su cuello.

—Como si pudiera pensar en algo en este momento. Tengo mí cerebro tan revuelto que no recuerdo mí nombre.— empezó a reír.

—Quieta, estoy demasiado sensible.— Resople. Su risa provocaba contracciones y me apretaba prolongando las cosquillas que aún tenía luego de acabar.

— Te gusta.— afirmó.

— Si, me gusta, y si sigues riendo, entonces voy a empezar de nuevo, y no vas a poder caminar por varios días. Llevaba demasiado deseándote, como para conformarme con una sola vez. Y para ser sincero, siempre fui por una segunda ronda casi de inmediato. Cuando el placer aún no abandona tu cuerpo.

—Se va a enfriar la pizza.— se mordió el labio, y la besé otra vez. Encantado con esta faceta juguetona de ella.

—Podemos calentarla en el microondas luego.— dirigí mis besos a su cuello, empezando un vaivén suave nuevamente.

Gimió.
—Tus hermanos, y tus primos...— las palabras murieron cuando me enterré profundo y sintió lo duro que estaba de nuevo.

—Pueden unirse si gustas.— afirmé.

Había empezado a acelerar los movimientos y ella ya estaba pérdida.

Iba a ser mía de nuevo, antes de que dejáramos la ducha.

*******************************************

Digan algo ustedes, porque yo estoy sin palabras.

😜🤭😁💕💕💕💕💕💕

👑🌈

"Misión: Bebé" Sakuharen 🔞Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin