39. La gala

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El tiempo pasa cada vez más rápido, ya paso un mes, un mes con lleno de pendientes hacer la gala benéfica ha tomado todo de mí, pero cada detalle quedo perfecto, me siento orgullosa de organizarlo este año.

—¿Estás lista? —asiento— te ves hermosa, toda tú eres perfecta —me besa en la frente

Llame a mi diseñador de confianza y me trajo un vestido con corte sirena aterciopelado azul rey y una capa no tan larga de encaje con tul.

—Tú te ves guapo, como todo un príncipe —me toma de la cintura

—¿Cómo un villano puede ser? —le sonrió

—Como el vilano más guapo, ¿me puedes ayudar con el collar? —me ayuda con el collar, me toma del brazo.

—Es hora de irnos, ya es tarde

—Una reina jamás se atrasa. Los demás siempre llegan antes. —ríe

—Comprendo mi reina, vamos —me despido de Lucius y subimos al auto.

—Que bueno que llegaron, casi me muero —Henry saluda a su madre junto con su padre

—Buenas noches —me abrazan

—Te ves hermosa hija, necesito hablar contigo

—Podemos hablarlo en estos momentos, si desea —camina y yo lo sigo 

—Esta noche, tendrás que decir unas palabras, la gala benéfica es para las personas con cáncer, este año decidimos apoyar a esas personas por un motivo importante y ese motivo es por ti. —mi corazón se estruja— No quiero que pienses que lo hicimos para hacerte, sentí mal, solamente que sabíamos que cada Navidad tú vas a ver a las personas con cáncer, aun no siendo Navidad queríamos adelantar y ayudar también.

—Señor Dylan, quiero que sepa algo. —respiro profundo— Hago mucho por esas personas por un motivo en particular, no le diré cuál, esas personas mayormente no tienen quien les dé apoyo y lo que más anhelo es ayudarlas, sobre todo a los niños.

—Tus ojos dicen mucho, esta vez que deseas que haga por ti.

—Un hospital, lo he venido pensando desde hace dos años y nadie más que usted me puede ayudar en eso, usted sabe mucho sobre hospitales.

—Velo como un regalo, hablaremos de esto, más tarde ahí viene Henry, hija, te pido que des unas palabras estas, noche

—Con gusto, iré a tomar aire. —asiente y se va.

Todo lo que hago es para que nadie se olvide de él, su corazón era tan puro, cada cosa en él era inigualable.

—¿Todo bien?, te veo un poco ida 

—Sí, solo quería ver la luna, ¿vamos?

—¿Qué te dijo? —lo abrazo— Hay algo que no está bien, ¿qué sucede? —su voz es más suave— Mariposita, estoy aquí, dime qué tienes

—Solo no hables y quedémonos así por un rato —me rodea con sus brazos, dándome un golpe de calidez, coloca su frente sobre mi cabeza y nos quedamos así por unos minutos— Gracias 

—Estoy aquí para ti —me besa— vamos, pero esta vez juntos —extiende su mano la tomo y entramos juntos al gran salón.

Nos sentamos en nuestra mesa, que es solo de la familia, hay dos asientos vacíos que corresponden a Eren y Eli, la música fluye mientras organizan lo últimos detalles, para la subasta, el señor Dylan sube al estrado y da sus palabras de agradecimiento.

—... Y muchas gracias a mi otra hija Eda Sorni —todos voltean a verme— todos la conocen y a mi hijo le doy las gracias por esta noche que vamos a tener porque ellos esta vez han organizado esto y para no torturarlos más con mi voz le dejo a mi querida hija —todos aplauden, Henry me mira sorprendido al levantarme.

Mi contrato, mis reglas [En proceso]Where stories live. Discover now