14. Sanar heridas

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—Les daremos su privacidad —salen de la oficina.

—¿Qué se supone que debemos de hacer?

—Pensé que eras la lista —dice en un tono irónico.

—Pues no sé, esto es tu culpa, ¿me tenías que poner contra el stand de libros?

—Era para que no te escapes de lo que te tenía que decir.

—Pues ahora pensaran que lo íbamos a hacer aquí, debemos de actuar como pareja.

—Debemos de seguir con el contrato hasta octubre.

—Esta vez espero que cumplas con las reglas —digo molesta.

—Son reglas estúpidas, tendrás que seguirme la corriente cuando entren.

—Uno, esas reglas no son estúpidas y dos, no te seguiré la corriente.

—Lo tendrás que hacer porque mi querida novia me quiere mucho.

—Ya quisieras que te quiera mucho, mucho —ruedo mis ojos, abro la puerta y las hago pasar.

—No quisimos interrumpirles.

—No para nada, siéntense.

—Vinimos para hacerle la entrevista que nos debía, pero hoy no es un buen día.

—Sí, no es un buen día.

—Mi más sentido pésame, señorita Eda, al menos tiene a su novio para acompañarla y apoyarla.

—Gracias a él estoy un poco mejor.

—Eda se puso muy triste cuando lo supo.

—¿Es verdad que tuvieron una discusión en Berlín?

—Bueno, no sé si hacerle la entreviste hoy.

—Aunque sea un mal día para mi mariposita, creo que debemos hacer la entrevista.

—Si estoy de acuerdo contigo cari.

—Bueno entonces empecemos.

—Claro, pueden sentarse en el sofá.

—Gracias —se alejan, Henry y yo empezamos a susurrar.

—Debemos de estar los más melosos posibles.

—Está bien, pero nada de tocarme.

—Como esperas que se lo crean si no toco a mi novia.

—No sé, has un plan que no implique tocarme.

—Vamos —me toma de la mano y me lleva hasta el sofá.

—¿Desde hace cuánto que están saliendo?

—Estamos saliendo en secreto desde noviembre del año pasado y formalmente desde hace un mes.

—Dentro de dos semanas cumpliremos dos meses —digo.

—¿Piensan casarse?

—Aún es muy temprano —digo riendo.

—Señorita Eda han pasado 2 años desde su anterior pareja.

—Sí.

—El señor Leonard y usted se iban a casar este año, ¿verdad?

—Sí, pero como sabe paso lo que paso.

—¿Usted lo ha superado?

—¿Superar?, usted superaría que muera alguien importante para usted.

—No.

—Entonces no haga ese tipo de preguntas.

—Lo siento, tiene razón —Henry pone su mano en mi muslo como diciendo que me calme.

Mi contrato, mis reglas [En proceso]Where stories live. Discover now