11. Lujuria

79 4 1
                                    

—Si él se demora en venir tú y yo podríamos divertirnos –estamos en el lobby del hotel mientras esperamos a Henry

—Bailamos y bebimos casi dos horas en el club, ¿eso no te divirtió?

—Fue poco tiempo de poder sentir tus labios –coloco mis brazos alrededor de su cuello y coloca sus manos alrededor de mi cintura

—Si llega a pasar algo más esta noche sería bueno, ya que es mi última noche aquí

—Entonces si es tu última noche debes llevarte un grato recuerdo

—¿Eso piensas?, ya son las 2:30 de la mañana

—Aunque sean las 2:30 de la mañana tienes que llevarte un recuerdo

—Si tienes razón –lo acerco más posible 

—Tu amiguito perdió la oportunidad de tenerte

—Sí

—Eda Sorni –dirijo la mirada de dónde proviene la voz

—Será mejor que nos vayamos Mateo –cada vez más Henry está cerca.

—¡Eda! –grita

—¿Segura? No quiero darte problemas.

—Yo soy la que no quiere problemas por el momento –siento una mano tomando mi muñeca.

—Tú vienes conmigo –me volteo y puedo ver sus ojos llenos de furia- te dije que no te vuelvas a acercar a Eda – me aparta y empieza a golpear a Mateo- ella es mi novia, es mía, ¿entiendes? – Mateo se pone de pie me toma de la mano y me lleva hasta el ascensor.

—¿Te duele mucho? –toco su cara suavemente.

—Un poco, ahora ese tipo me ha dado una razón más para hacer esto.

Me toma de la cintura empezando a besar mi cuello mientras baja sus manos para subiendo el vestido, miro fijamente a Henry y puedo ver sus ojos llenos de fuego, antes de cerrar las puertas entre sacandolo de un empujon, veo como pulsa el piso 15.

—Eda... ¿Sabes por qué estoy así? –está muy cerca de mí.

—Por ti, quería que pensar que era yo el que estaba bailando contigo, no pude y lo que pensé fue que ese tipo te haría suya por toda la noche, mientras tocaba tu cuerpo y tú gritabas su nombre.

—Estás ebrio

—Soy consiente de lo que digo, estoy así por ti.

—Toda la noche me estuviste mirando

—Te ves jodidamente sexy y ardiente con este vestido

—Imagínate a Sahara luciéndolo, será mejor, ¿no crees?

—No tendria que hacerlo, si te tengo a ti

—No mientas –se acerca lentamente, dejando un camino de beso hasta mi pecho

—Este vestido se tiene que ir –las puertas del ascensor se abren y me carga sin dejarme de besar-. Tu habitación está cerca y lo mejor es que yo tengo la tarjeta.

No puedo pensar en lo que me dice, sus besos me hacen sentirme cada vez más excitada, puedo oír como abre la puerta.

Hace poner de pie mientras sacandome el vestido lentamente, acaricia mi piel suavemente sin dejar de mirar mis ojos.

—Esta tarde me dejaste con ganas.

—Siempre mientes Henry Nicolas -tiro una risita

—Entonces te haré creer. A mí no me gusta que me provoquen para después dejarme con ganas –empieza quitarse la ropa– Esta noche serás mía, eso te lo aseguro, te haré gritar mi nombre.

Mi contrato, mis reglas [En proceso]Where stories live. Discover now