10. Noche de celos

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Regla 5°: No tener ninguna relación sexual entre nosotros para no tener ningún tipo de confusión o problema entre.

—Dios lo que acaba de pasar no volverá a pasar, es increíble que me haya comparado con esa mujer como si ella fuera mejor que yo, hoy verá que soy mejor que ella y veremos quien cae primero en la trampa.

—Hermanita

—Holi

—¿Me parece o acabas de salir de la habitación de Henry?

—Te parece – entrecierra sus ojos y mientras cruza sus brazos.

—Tu pantalón está arrugado y estas un poco despeinada - sonríe con malicia

—¿No me crees?

—No trates de engañarme Eda te conozco bien.

—Si me conoces bien deberías saber que yo separo lo sentimental del trabajo.

—Si como no, ¿lo disfrutaste?

—¿Qué tipo de pregunta es esa?

—Cuando disfrutas de algo tus ojos tienen un pequeño brillo, eres así desde pequeña Eda.

—Desearía que no me conocieras muy bien.

—Soy el único que se da cuenta de esos pequeños detalles.

—Si digo que no, no me creerás, ¿verdad?

—No te creerá nada, ahora dime ¿cuál es tu plan?

—¿De qué hablas? – me rio.

—Escuche que ese estúpido te comparo con esa ladrona y sé que a ti no te gusta que te comparen con nadie y menos con mujeres.

—Es como si estuvieras en mi mente.

—Vamos a comprarte un vestido que diga lo que eres y afirmen todo lo que dicen las revistas, que eres la soltera más codiciada del año.

—Aunque ya no soy tan soltera.

—Lo eres, pero ellos no lo saben y es claro que vas a provocarlo para verlo sufrir y que se arrepienta de lo que dijo.

—Eres el mejor hermano, sabes lo que necesito y lo que quiero.

—Te llevaré con una maestra de provocaciones, sus vestidos son hechos para provocar y sacar celos hasta de una mujer.

—Que comience el plan.

Eren y yo salimos del hotel entre risas, subimos a su auto, vamos por el camino cantando cuando llegamos vi una boutique, ahí fue que me di cuenta de que no era una diseñadora cualquiera si no era una diseñadora exclusiva y que todas sus prendas eran únicas en el mundo, ya que hacían solo una copia de la prenda.

Sonreí mirando la boutique, sabía que no me iría con las manos vacías, mi hermano me sonrió y entramos.

—Buenas tardes.

—Buenas tardes Eren, hace tiempo que no vienes por aquí – yo me quedo procesando lo que dice la señora.

—Tú debes ser Eda, soy Veronick.

—Sí, buenas tardes, un gusto.

—Tu hermano me contó lo que paso y por eso tengo algo para ti – ella hace una señal para que la sigamos- a ninguna mujer se le debe comparar con otra y menos una mujer de tu nivel, pero querida recuerda que nosotras tenemos el poder hacer que cualquier hombre caiga a nuestros pies.

—Entiendes Eda, tú mejor que nadie lo sabe - dice Eren

—Muy bien Eren, ahora querida Eda, lo que tú necesitas es una arma única y esa es este vestido, hecho con estas maravillosas manos – me muestra un vestido de satín corto de color negro.

Mi contrato, mis reglas [En proceso]Where stories live. Discover now