Mi contrato, mis reglas [En proceso]

27. La confesión

Sra. Ruby

Eda llega casi corriendo a la mesa, se sienta al cabo de unos segundos entra Henry. Cruzan miradas de culpabilidad, rompo el silencio en la mesa preguntando por el estado de ella.

—¿Querida, estás bien?

—Sí, solo fue que me ardían los ojos

—Desearía que esta casa se llenara pronto —todos en la mesa empiezan a toser— ¿Qué les pasa?

—Madre, no crees que es demasiado rápido para que hablemos de niños —dice Henry—. Además, que yo ya tengo a una niña que cuidar y eso se lo puedes pedir a tu hijo mayor

—Mamá, solo te diré que de mí no esperes demasiado, lo más probable es que Henry tenga hijos antes que yo

—¿Por qué lo dices? —dice algo confundido Henry

—Hay hermanito, te conozco bien y sé cómo eres cuando tienes a una mujer frente a ti

—Señora Ruby, usted es como mi madre, pero no creo que ninguno de los tres tenga hijos hasta dentro de unos años —pronuncio Eli

—Los tres dicen puros disparates —pronuncia Dylan—. Es momento de que asienten cabeza como mi querida Elizabeth

—Yo estoy por asentar cabeza padre, pero tú no lo aceptas —miro al Dylan preguntándole con la mirada a que se refiere Henry

—¿Cómo? —pregunta Eda mirando a Henry

—Después te lo explico, ¿sí? —ella pone su mano sobre la de Henry

—Ahora no, Eda —pronunció en un tono frío mirándola

—Querido, me puedes explicar que es lo que no aceptas —miro a Dylan confundida

—Yo no asentaré cabeza, es algo innecesario —pronunció severamente Henry

—Yo creo que en este momento asentar cabeza no está en nuestros planes— se levanta de la mesa Eda— Les pido un permiso —Eda se levanta de la mesa y entra en casa

—Dejemos ese tema y disfrutemos de este almuerzo —digo y todos hacen siguen en comiendo

Entre Eda y Henry hay algo que no se ha dicho, es la primera vez que Henry no va detrás de ella. Eda ha tenido un cambio durante estas semanas, pero exactamente no sé qué es.

Eli y Eren. Él no le quita la mirada solo cuando ella está a punto de verlo, desvía la mirada, aún sigo sin entender como ellos no se dicen todo lo que sienten, no se atreven a ser felices.

Luka. Al único que nunca le he visto con novia, únicamente recuerdo que él era muy cercano a Eda y Eli.

Eda

¿A qué se refería con no aceptar? Cuando puse mi mano sobre la suya me dijo molesto que no. 

Ahora sentada en el sofá del salón, con los ojos cerrados, a punto de quedarme dormida, la voz delicada de la señorita Rosy 

—Señorita Eda —abro los ojos encontrándomela frente a mi 

—¿Sí, señora Rosy?

—Deberías de estar en el jardín, no aquí en el salón

—Es que me molesto algo y de cierto modo también se molestó Henry, así que prefiero quedarme en un lugar tranquilo

—Ustedes ya son pareja —afirma sentándose a mi lado

—Era de esperarse que usted lo sepa porque es la confidente de la señora Ruby

—Eda, esta vez no quiero que le hagas daño a Henry —sus palabras me sorprenden