Perfecto Caos ✔ (Amores Caóticos #1)

Extra cuatro: Levi.

Primero quisiera aclarar que ETERNO CAOS INICIA MESES ANTES DE PERFECTO CAOS, O SEA, PARA ESTE PUNTO LEVI Y SOPHIA YA TIENEN HISTORIA.

Este es el capítulo del bar, pero desde la perspectiva de Sophia y Levi. Es un fragmento modificado de su libro. En eterno caos esté capitulo sí estará, pero tendrá cambios. Tuve que anular muchos diálogos y eliminar situaciones, personajes y cosas que en este momento incluirlas solo los haría confundir. O simplemente eran cosas un poco más graficas e inadecuadas para este libro.

En una parte tendré inevitablemente que cortar la escena porque para incluirla tendría que añadir aquí todas las advertencias de eterno caos, y son muchas.

ULTIMA ADVERTENCIA: El contenido de este extra incluye actitudes cuestionables, actos violentos (no explícitos), ligero contenido sexual explicito.

EXTRA CUATRO: LEVI

SOPHIA.

«Me odio tanto.» Es lo único en lo que puedo pensar. No puedo dejar de verlo y eso me molesta como la mierda.

El sitio está lleno de personas, es imposible encontrar a alguien entre todos. O eso creí hasta que lo vi a él cruzando la entrada. A ese maldito hijo de perra que, sin intentarlo, logra resaltar entre todos ellos.

Las personas a su alrededor giran a verlo sin disimulo, pero él ni se inmuta, nunca lo hace, aunque a veces le gusta fingirlo.

Levi pasa la mano por su cabello mientras camina hacia la barra. Eleva la mirada hacia nuestra zona y da conmigo tan rápido que no puedo evitar sorprenderme, pero en un intento por no verme afectada, no aparto ni siquiera la mirada.

No quiero que me lea, aunque... es Levi, él de alguna manera siempre puede hacerlo, y casi como si supiera lo que estoy pensando, una sutil y lenta sonrisa se desliza por sus labios.

Desvío la mirada hacia Mason y frunzo el ceño sintiéndome molesta. Ni siquiera me está prestando atención, él está recargado en el barandal bebiendo de su vaso, quiero abofetearlo, pero antes de hacerlo sigo el camino de su atenta mirada, encontrándome a Judith.

Levi está con ella, su sonrisa un tanto siniestra ha desaparecido, ahora sus rasgos se han suavizado mientras la observa con una calidad que me asquea.

—No debiste invitarlo —murmuro, pero Mason no parece escucharme, lo veo incorporarse y cuando noto su clara intención de alejarse, ahora si lo golpeo en el estómago haciendo que suelte un quejido—, ¡Dijiste que no me dejarías sola! —gruño.

—Solo quiero... saludar —musita—, no te pasará nada, aquí hay seguridad —dice apuntando hacia los hombres que están de pie al inicio de las escaleras, pero niego.

—Prometiste que estarías conmigo —Le recuerdo, y aunque intento mantenerme al margen, mi voz ha salido ligeramente temblorosa, ha sido sutil, casi imperceptible, pero Mason desde que soy una niña, así que se ha percatado por completo.

—Sophia, ¿Quieres que nos vayamos? —pregunta y quiero hacer un estúpido puchero al oírlo.

Sé que la idea de irse le desagrada por completo y que tan solo decir esas palabras le cuesta, él no quiere irse, más bien quiere bajar y posiblemente follarse a Judith sobre la barra, pero aquí está, siendo mi maldito mejor amigo.

Lo amo, quiero golpearlo.

—Solo debo acostumbrarme a volver a salir—Intento tranquilizarlo—, eso dijo la psicóloga —Miento. Deje de ir a su terapia en la segunda cita, exactamente después de que hizo un comentario ridículo acerca de su infantil y estúpido amor por Aiden... y Levi.