Perfecto Caos ✔ (Amores Caóticos #1)

Capítulo cincuenta y cinco

Perdón por todos los errores ortográficos. Esté cap por ciertas situaciones me cuesta mucho leerlo así que la edición esta horrible. 

55 | HASTA PRONTO.

♪All I can say is it was enchanting to meet you♪
(Todo lo que puedo decir es que fue encantador conocerte)-Enchanted- Taylor Swift.

OCHO HORAS. CONTACTO ESTABLECIDO.

NATHANIEL.

No hay tiempo, es lo único que tengo claro.

Los agentes comienzan a rodear la zona de manera cautelosa.

Levi es inteligente. Sabía que poner un collar con un rastreador iba a ser algo predecible que descubrirían de inmediato y ese, era su plan desde el inicio. El collar era una distracción.

El verdadero rastreador se lo colocó en el cuello de su camisa mientras cerraba el collar. Sabía que Alexander no perdería su tiempo en cambiarse.

—Dos entradas —anuncian en el intercomunicador. Y después de eso comienzan a surgir las voces de mis compañeros.

"Ventana en el lado derecho."

"No hay más ventanas."

"Hay diez personas en el interior."

"Se pronostica que tenga más cómplices cerca"

Las voces resuenan en mis oídos, no puedo dejar de ver hacia la puta casa. Quiero mandar a la mierda todo y correr, tirar la puerta y sacarlos de allí, pero espero órdenes.

No me dejaron estar al frente por estar tan alterado, eso no es propio de mí. En estas cosas no suelo ser impulsivo, nunca lo fui, pero estoy perdiendo el control y la paciencia.

—¿Advertimos y negociamos?

—Entren y ataquen —ordeno—, en cuanto Isaac sepa que está perdido de nuevo, los matara.

Los agentes esperan la confirmación de mi orden y cuando estoy a punto de perder el control escucho el "sí" que me tranquiliza.

—Hagan caso a Maxwell, entren y ataquen.

Los hombres obedecen, rodean la casa y en cuanto tiran la puerta se desata el caos.

Nos esperaban, me queda claro, porque nos reciben con una ráfaga de disparos, aunque atacamos de inmediato ellos están cubiertos, por eso no caen de inmediato, pero están acorralados.

Intento buscar entre los hombres a Isaac, pero no lo veo y eso me alerta de inmediato.

Salto y corro entre los disparos.

—¡Nate, no! —grita Tyler. Pero no me detengo. Uno de los cómplices de Isaac salta de su escondite e intenta dispararme. No estoy siguiendo ningún protocolo. No estoy haciendo nada más que hacerle caso a la voz que me ruega que los saque de ese lugar.

Contraataco mientras subo de dos en dos las escaleras, levanto el arma y suelto el aire retenido para que mi disparo sea más certero. No lo fue del todo, pero igualmente cae muerto al piso.

Todo está pasando demasiado rápido, nuestro equipo avanza y gana campo, pero mi respiración no se tranquiliza porque no los encuentro.

—Encontramos todo lo robado —hablan por el intercomunicador, lo dicen como un triunfo que no comparto. No hasta tenerlos a salvo.

Estoy a punto de gritarles que el puto dinero importa una mierda, pero me detengo por completo. Mis pisadas, mi respiración, mi corazón se ponen en pausa.