Perfecto Caos ✔ (Amores Caóticos #1)

Capítulo nueve

09 │DISTANCIA

♪ Where there is desire there is gonna be a flame, where there is a flame someone's bound to get burned.♪
(Donde hay deseo, va a haber una llama, donde hay una llama alguien esta destinado a quemarse)- Try. Pink

Cruzar una puerta nunca fue tan difícil. 

—Elliot... —murmuro en cuanto entro a la habitación. 

Me siento como una idiota, no sé qué decirle, ni como disculparme.

—El segundo día, cuando llegue aquí, olías a él por completo. Quise pensar que era mi imaginación, que estaba siendo un imbécil imaginando cosas.

—Yo... lo siento.

Elliot se gira luciendo furibundo. Se acerca a mí con tanta rapidez que por inercia doy un paso atrás y entonces se detiene. Aprieta sus puños provocando que sus nudillos se tornen blancos, se gira y toma la pequeña mesa que tiene al lado lanzándola con fuerza contra la pared. Mi cuerpo entero se agita de miedo al ver como se hace pedazos.

—¿Lo sientes? —habla entre dientes mientras masajea su frente, observo su puño dándome cuenta de lo rojo que esta.

—¿Qué te paso? —murmuro sin quitar la vista de sus nudillos. No responde, pero entonces recuerdo el rostro golpeado de Mason y todo cobra sentido.

—¿Por qué no me lo dijiste?

—No lo sé —respondo con honestidad. 

Elliot se acerca a mí y se detiene justo al frente.

—¿No se te ocurrió que eso me podía molestar? —pregunta golpeando su dedo índice contra mi cabeza con cada palabra que dice. Asiento en respuesta—. Y aun sabiendo eso, lo hiciste.

Suelto el aire sintiendo un nudo en el estómago.

»Jude, no pienso mentirte, estoy molesto como la mierda, pero lo superaremos, solo, quiero que nos larguemos de aquí, y en cuanto me encargue de mi trabajo volvamos a casa y a nuestra rutina.

Cierro los ojos con fuerza exhalando temblorosamente.

—No puedo —murmuro sin atreverme a verlo, aprieto con fuerza las copias de lo que firme contra mi pecho.

Lo escucho acercarse, así que abro los ojos dando un par de pasos hacia atrás pegándome por completo a la puerta, arranca los papeles de mi pecho alejándose nuevamente. —¿Qué es esto? —pregunta mientras lee con rapidez, no soy capaz de moverme. Veo su enojo ir creciendo mientras pasa las hojas.

No tiene que leerlo, parece entender de lo que se trata simplemente con ojearlas. 

Ríe con sarcasmo tirando los papeles al piso, me pasa por un lado y abre la puerta con fuerza empujando mi cuerpo hacia el frente. Lo tomo del brazo intentando detenerlo. —Elliot.

—Aceptaste continuar con esto por más tiempo, Judith. Ni siquiera tuviste la puta decencia de preguntarme que opinaba sobre que fingieras ser la novia de mi puto jefe —Se suelta del agarre de mi brazo mientras sonríe lentamente y niega. —No tienes ni idea de lo que se te viene. Suerte, amor, la necesitarás —susurra y sale rápidamente de la habitación azotando la puerta detrás de él.

Me quedo allí, sintiéndome una tonta por completo.

Camino al baño y me quito la ropa metiéndome a la ducha. Me permito llorar, por mí, por Elliot, por las amenazas de Isaac, por todo.