Perfecto Caos ✔ (Amores Caóticos #1)

Capítulo tres

Advertencia: Este capitulo contiene una escena de agresión sexual. (Inicia y acaba con XX)

03 | CONFIANZA.

♪ I really thought we had it, but at the time it was more than I could manage.♪
(Realmente pensé que lo teníamos, pero en ese momento era más de lo que podía manejar.) -You got me so high. The Neighbourhood.

SEIS MESES DESPUÉS. 

Me ilusioné.

No importó que tanto me lo ordené. Lo hice.

Y es que, cuando mandaba mi trabajo a las universidades, ellos volteaban a verme y una chispa de esperanza crecía en mi interior, pero da igual. Realmente no importa, porque cuando veían mi nombre cualquier oportunidad que comenzaban a ofrecer, la retiraban de inmediato.

Al menos descubrí que soy algo masoquista.

No encuentro otra razón del porqué aún mantengo la cuenta de los días en los que mi vida solo ha sido una decepción tras otra.

En una semana se cumple medio año desde que decidí volver a intentar retomar mis estudios en cualquier escuela de arte. Creí que por el tiempo que había pasado, finalmente la gente se habría olvidado de mi pasado y de todo en lo que estuve involucrada, pero no fue así.

Medio año de intentar, medio año de no lograr nada.

Me recargo por completo contra la puerta del baño mientras observo el correo nuevamente, las palabras "lamentamos" y "cancelación de oferta de beca" son las que más resaltan.

Mi carrera no ha iniciado, y ya está acabada, yo estoy acabada.

Pase de tener las mejores ofertas a estar en la lista negra en el mundo del arte.

Todo gracias a Douglas. Mi exnovio. Fue como si mi vida fuera una fila de piezas de dominó.  Conocerlo, fue la pieza que empujo el resto de ellas.

Abro la puerta del baño y me sobresalta al encontrar a Vanesa parada frente a mí con su teléfono extendido hacia mi cara con una videollamada en curso. 

—Antes de colgar, por favor escúchame —habla Elliot del otro lado de la pantalla. Su cabello está fuera de lugar, y parece cansado. Vanesa alza el pulgar de acuerdo con él. 

Aunque mi humor es una mierda y lo único que quiero hacer es acostarme en mi cama, tomo el teléfono de su mano y camino con rapidez a mi habitación.

—¿Cómo conseguiste que te desbloqueara? —susurro cerrando la puerta detrás de mí. 

Respiro hondo un par de veces dándome cuenta de como mi rostro luce rojizo en una clara señal de que he llorado. Trago saliva esperando que no me haga preguntas. 

La indiferencia en su rostro me tranquiliza. Bien, ni siquiera lo ha notado. 

—No lo ha hecho —responde encogiéndose de hombros, frunzo el ceño tocando la pantalla del teléfono para ver desde donde marca.

El nombre de "Alex" con mil emoticones de corazón adornan la pantalla.

—¿Le has dado el número de Alexander? —pregunto alucinada. Él asiente y suelta un suspiro.

—Ventajas de que tu amigo sea tu jefe —murmura en voz baja.

—No sabes en qué lo metiste.

—No tiene importancia, Alexander no responde números que no conoce —parece un poco avergonzado al decir eso.