Mejor ahora que nunca.

Algunas de ellas estaban desempleadas pero ayudaban en lo que fuera. Arthur quería que, si aún no hacían nada en un futuro cercano, se dedicarán a trabajar como profesoras.

Él como lider, debía gestionar los recursos completamente, si alguien hacia un trabajo no podía recompensarles con dinero ya que no había un uso aquí, era comida o lo que necesiten.

Así que él sabía cuánto podía permitirse regalarles a los aldeanos y cuanto no pero si o sí era suficiente para mantenerlos satisfechos.

En cuanto a la vida local, todos estaban satisfechos con ella. En sus propias palabras, preferían vivir aquí seguros que en las ciudades o pueblos con miedo a que alguien los intenté joder.

Aquí no, aquí todos conocían a todos y se ayudaban entre sí, no sabían cómo sería este lugar en un futuro pero atesorarian lo que tienen lo mejor que pueden.

Por supuesto, Arthur no iba a permitir que nadie se sienta insatisfecho. Aunque no sabían que su objetivo era ser rey, él debía dar el ejemplo como uno, aunque sea solo actuado por ahora.

—Bien. Robert, quiero que dividas a varios grupos para vigilar los alrededores en caso de bandidos. —Dijo Arthur.

—Entendido. —Respondió.

—Si ven bandidos y pueden derrotarlos, traten de capturar al menos tres para interrogarlos. —Explicó—. Actualmente, sus recursos son de vital importancia para nosotros.

—¿En serio? —Preguntó Robert.

Él sentía que la vida ya era cómoda aquí y así como estaba pero Arthur por supuesto tenía otra mentalidad.

—Recuerda, pueden tener personas esclavizadas. —Dijo Arthur—. Sé que estás cómodo con las cosas como están pero no es suficiente, nos faltan más campos de cultivo, mejores viviendas, construir una empalizada o vallas...

Arthur le explicó muchas cosas que hacían falta. Que el bosque sea relativamente seguro no quiere decir que nada malo vaya a pasar.

Robert se sintió un poco tonto, había olvidado lo hostil que era este mundo ya que normalmente era pacífico aquí, se disculpó con Arthur por haberse "debilitado"

—Olvida eso, tú solo céntrate en mejorar y yo me ocupo de lo demás. ¿Puedes con esta tarea? —Preguntó.

—Si, señor. —Respondió confiado.

No era obligatorio tratar a Arthur como un general, pero sentían que era lo correcto como su jefe. Al menos los que están más centrados en la soldadesca, las demás personas o lo llaman por su nombre o le dicen joven Arthur.

Así que durante los siguientes días, Robert entrenaría a varios soldados nuevos con la ayuda de vez en cuando de Arthur. Mientras el propio Arthur se centraba en desarrollar su propia producción.

Había muchas cosas que hacer y menos de 200 personas no eran suficientes. Necesitaba erradicar a los grupos de bandidos cercanos para así poder desarrollar su población.

A medida que se vayan acostumbrando al lugar, la lealtad aumentará y con la ayuda de Arthur su eficiencia.

Si algo debía de agradecer Arthur, era que los bandidos sentían más interés en esclavizar que simplemente hurtar y destruir.

En este mundo, en la mayoría de países, gran parte de la economía se basa en el mercado de esclavos. Por supuesto, Arthur ni loco permitiría eso en su futuro reino.

Otra cosa que Arthur podría hacer es darle utilidad al dinero obtenido de Amelia, comprando esclavos a las ciudades cercanas en lotes pequeños. Con poco menos de 6 mil oros, Arthur podría hacerse pasar a el mismo o algunos de sus seguidores como gente adinerada.

Si preguntasen para que son los esclavos, simplemente diría que para servidumbre. Cuando Arthur le propuso esta idea a los ex esclavos, estaban encantados con la idea.

No podían abolir la esclavitud del mundo actual, pero podían combatirla y nada les daría más satisfacción que rescatar a sus paisanos esclavos.

Ellos mismos se sentían como una especie de resistencia contra el sistema político económico. No sé que le sorprendió más a Arthur, si la facilidad con la que lo aceptaron, o la forma en la que veían a esta comunidad.

Es de buen saber que lo que hacían era casi ilegal. Solo casi. No estaban en contra del reino pero tampoco lo apoyaban, simplemente eran refugiados que solo querían vivir sus vidas lejos de las preocupaciones del mundo.

O al menos eso aparentaban ser.

Así que, haciendo uso de los carromatos, Arthur reunió a 5 personas, por fortuna eran ex comerciantes o regentaba alguna pequeña tienda.

—Sé que están contentos con la vida que les ofrezco actualmente, pero les aseguró mis hermanos que puede ser mucho mejor aún. —Les sonrió Arthur—. Ya han visto las maravillas de la sal y el papel, pero eso no es nada comparado a lo que les enseñaré.

Los 5 se miraron entre sí algo asombrados.

—Quizas sea el destino o la intervención divina que los unió a mí, pero estoy agradecido de tener a personas tan trabajadoras como ustedes. —Continuó—. Lo menos que puedo hacer para compensarlos a todos en este lugar incluyendolos, es compartir mis ideas y mi futuro con ustedes.

Pero este futuro no se puede conseguir solo, no señor. Mucho trabajo requiere muchas personas dispuestas, como ustedes por ejemplo. —Continuó.

Los 5 sonrieron, se sentían muy halagados.

—Mi señor, ¿De verdad puede hacer cosas más asombrosas como sacar sal del mar? —Preguntó uno de ellos.

—Creo que el papel es más asombroso, sirve para jugar o aprender, los niños lo adoran incluído mi hijo. —Mencionó la persona a su lado.

Arthur asintió con la cabeza y les mostró una gran sonrisa.

—¡Por supuesto que hay cosas más asombrosas que eso! Eso es lo hermoso de inventar, por ejemplo, en un futuro les enseñaré como hacer sal dulce.

—¡¿Eh, eso es posible?! —Se miraron asombrados.

En este mundo aún no existía la azúcar ni blanca ni moreno, el solo pensar cuánto dinero se podría ganar con eso hizo que Arthur sonriera como el diablo por dentro.

—¡Todo es posible en esta vida! Algunos lo llaman milagro, otros ingenio. Tan solo piensen que hace 200 años o más, ni siquiera sabíamos que podíamos hacer espadas o cosas de metal. —Explicó.

Todos estuvieron de acuerdo con eso, lo que hoy en día es normal, en el pasado era una locura. ¿Y quien sabe que más maravillas aparecerían en el futuro?

—Pero bueno, regresando al tema principal. Necesito que cumplan con esta tarea —Dijo Arthur—. Mucho trabajo requiere muchas personas y no podemos hacer esto solos.

—Cuente con nosotros señor. —Dijo uno de ellos.

—Mn, tenemos experiencia haciendo tratos, será pan comido. —Dijo otro.

El plan era sencillo, cada uno debía traer 10 esclavos, en total serían 50, no importa que tan jóvenes pero no debían pasar de los 50 años, incluso si hacía falta pasarse de los 10 al traer por ejemplo a una madre y a su hijo que no querían separarse, no importa pero debían cumplir con la cantidad sin pasarse de 15.

Hizo mucho énfasis en que solo debían ser 10 para no llamar la atención pero no les prohibió romper el límite si era necesario.

Luego, como sería raro que cada uno fuese y viniese, los iría rotando en círculos. El primero compra aquí, el quinto compra dónde compró el primero y el cuarto comprará dónde fue el quinto en primer lugar.

O para ser más claro: 1>2>3>4>5>1>2>3>4>5

En total son 5 ciudades, los 5 debían hacerse pasar por personas más o menos adineradas pero no demasiado, en alrededor de 3 o 4 semanas habrían traído a 250 personas como mínimo si cada uno visita las 5 ciudades.

Ya de ahí, lo que queda del mes descansarían ya que seguir con el patrón activamente sería muy raro y rápidamente visto. Pero como son diferentes personas los comerciantes de esclavos no lo notarán fácilmente.

Arthur necesitaba llegar a mil personas por lo menos.

Rey De Reyes - Volumen 1Where stories live. Discover now