Capítulo 21

598 89 9
                                    

•🧿•

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

•🧿•

—Cuanto tiempo, ¿Verdad?

Nadie dice nada, Diablo se inclina para tomar uno de mis brazos y así poder levantarme. Permito que me guíe porque el brillo del arma no me pasa desapercibido y porque no me está lastimando. Estoy asustada como la mierda pero controlo el temblor en mi cuerpo porque lo último que necesito es parecer una tonta débil.

—¿Tú eres Alya? —me pregunta directamente pero yo no respondo—. No me lo pongas difícil, niña.

No se por qué quiere saber eso, pero me obligo a no confesarle nada pues tal vez tenga malas intenciones para con ella y lo último que necesito es más cargos de consciencia. Su ojo se mueve por mi rostro y debo hacer lo posible por no ponerme a llorar delante de este hombre.

—Albeiro, vamos a negociar, no la lastimes. —las palabras del Capitán lo hacen fruncir el ceño y aparta la vista de mi para prestarles atención de nuevo—. Ella no tiene nada que ver con esto.

—¿Negociar, Jhon? —sisea, intentando mantenerse calmado—. ¿Tú intentaste negociar con aquel hombre ese día?, ¿Intentaste buscar alguna forma de salvarme?

Un movimiento leve me hace ver con cuidado el cuerpo de Soap que sigue en el suelo en medio de ambos equipos. También me hace recordar que Matt existe pero él está a una distancia prudente, como si no tuviera permitido acercarse tanto. El movimiento se repite y me doy cuenta que es el Sargento que parece estar despertando después de ese fuerte golpe que recibió.

Aparto la vista para que nadie más lo note y centro mi atención en mis padres, quienes no han dejado de apuntar a Diablo y se mantienen a la espera de una orden. Estoy totalmente segura que ambos quieren descargar el cartucho de sus armas en el cráneo del enemigo pero no lo hacen porque se le necesita vivo y porque yo estoy en medio.

—¡Busqué refuerzos y volvimos a buscarte!

Algo en el ojo de Diablo brilla, pero se va tan rápido como aparece. No entiendo nada de lo que hablan y me sorprende que todo el mundo parece estar conectado con cosas del pasado de otros. Es obvio que aquí sucedió algo que solo ellos dos saben y ese algo terminó afectando el futuro más de lo que le gustaría a Price.

—¿Stan sabe lo que sucedió? —pregunta—. ¿Sabe que viste como me sacaron un ojo y no hiciste más que correr como un cobarde?

El padre de Alya mira al Capitán con shock, como si no pudiera creer que él de verdad hizo eso. El silencio se adueña de todo otra vez y una horrible tensión se acumula.

Tal y como hace un momento, un movimiento vuelve a llamar mi atención pero solo me da tiempo de ver a Soap ponerse sobre su espalda mientras desenfunda un arma y dispara. El sonido del disparo me aturde y solo siento como me dan un empujón que me envía directo al suelo.

De repente, todo parece descontrolarse pues una rafagada de disparos se desata. Muchos hombres aparecen siendo guiados por otro sujeto con traje pero no puedo detallar casi nada porque lanzan una granada de humo y quedo cegada por completo. Escucho gritos, disparos y creo escuchar como me llaman pero me mantengo en mi lugar con la cabeza agachada para que una de esas balas no perfore mi cráneo.

—¡(T/n)______! —abro lo ojos y los azules de Soap me reciben bastante cerca de mi rostro.

Él no espera a que le responda, toma mi mano y nos hace correr en dirección a nuestro bando con el cuerpo inclinado y uno de sus brazos sobre mi.

El sonido de una aeronave nos hace alzar la vista y jadeo cuando un Bombardero pasa sobre nosotros y se aleja un poco solo para dar la vuelta. La aeronave no parece aliada, es por eso que empezamos a correr en un intento de alejarnos del campo abierto.

—¡A los helicópteros! —no se muy bien de donde viene el grito de Alya pero Soap tira de mi para cambiar el rumbo.

El rugir del avión se escucha de nuevo y grito cuando McTavish prácticamente me tira al suelo. Me giro, indignada y a punto de insultarlo en los tres idiomas que conozco pero su inmenso cuerpo se posiciona sobre el mío y veo la preocupación en sus ojos cuando rodea sus brazos en mi cuello para proteger mi cabeza.

Al principio no entiendo porque hace esto hasta que escucho a muchos hombres gritar y una fuerte explosión estremece el suelo. Un calor abrazador se siente a mi costado y luego la honda expansiva arremete contra nosotros. Soap y yo giramos un poco pero nunca nos alejamos porque él me mantiene pegada a su cuerpo, aunque mentiría si dijera que el fuerte movimiento no ha lastimado mis heridas.

No se cuanto tiempo pasa pero el bullicio parece haberse calmado. El humo y la tierra nos limitan la visión pero no me hace falta ver demasiado pues tengo al Sargento poniéndose de pie a un lado de mi para no demorar mucho en ayudarme también.

La adrenalina ayuda a que mi cuerpo no llore del dolor mientras volvemos a avanzar y justo en ese momento me empiezo a poner nerviosa por no ver a mis padres.

El sonido de unas hélices capta nuestra atención y casi gimo de felicidad al ver la máquina que nos va a sacar de aquí. Rudy es el primero en verme, parecía estar buscando algo y corre hacía mi cuando por fin estamos lo suficientemente cerca. Mis ojos se cristalizan al saber que está vivo y sonrío mientras me abraza y me ayuda a subir al helicóptero; justo cuando veo a Ottys y a Alejandro ayudando a subir a Stan por la otra entrada, me permito respirar con tranquilidad.

Rulitos... —mi padre me abraza como puede ya que aquí dentro no es muy alto—. Gracias, estamos en deuda contigo.

Me giro y veo a Soap observandonos desde afuera. Él simplemente asiente en dirección a mis padres y se marcha hacia el otro helicóptero que según puedo ver, lo va a pilotar Ghost. Me ayudan a sentarme y cuando todo parece listo, ambos helicópteros empiezan a despegar y agradezco a la Santa Muerte por no haberse llevado a ninguno de nosotros hoy.

—¿El Bombardero era tuyo?

En ese momento me doy cuenta que quien está volando este helicóptero es Alya y parece estar hablandole a Stan, quien mantiene la vista fija en las esposas que tiene puestas y que no había visto.

—Si, logré enviarle un aviso a Keegan aprovechando la discusión de Diablo y Price —aunque todos logramos quedar vivos y estamos yendo a territorio seguro, Heck no parece muy feliz—. Tuvimos suerte de que apareciera en el momento preciso y supiera dónde bombardear; si no hubiera sido así, lo más probable es que estaríamos muertos justo ahora.

—Lo importante es que estamos vivos. —asiento ante las palabras de Rudy—. Y una vez que lleguemos, Price va a tener que darnos muchas explicaciones... Porque creo que es muy obvio que la guerra ha comenzado.

.

En la mira [Soap x Tu] (#2) Where stories live. Discover now