Capítulo 3

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—Rompieron tres jarrones. —gruñe Ghost.

—Realmente fueron dos. —susurra König pero se encoge en su asiento cuando Alya lo fulmina con la mirada.

—Voy a fingir que no estuvieron a punto de derrumbar mi casa. —dice ella—, y no voy a castigar a Maikol solo porque los del mal ejemplo fueron otros.

—Que bueno que yo estaba dormido. —suelto con orgullo.

—Y por eso te toca lavar los platos.

Miro a Alya con indignación pues no tiene sentido que lave los platos si ni siquiera he comido aquí.

Estoy dispuesto a entrar en el mayor debate de mi vida pero el timbre retumba por toda la casa y nos mantenemos en silencio mientras vemos a Simon yendo a abrir la puerta junto con un Maikol en pijama pisandole los talones. El niño intenta ser detenido por su madre pero se escabulle demasiado rápido.

Ghost se da cuenta de la presencia de su hijo y no le permite ser el primero en abrir. Lo posiciona detrás de su ancho cuerpo y cuando abre, su anatomía está en estado de alerta y en posición de ataque.

No importa que tan normal y cotidiana parezca tu vida, nunca puedes dejar atrás las costumbres de un soldado. Nunca dejas de temer, de desconfiar y de estar listo para atacar.

Mi compañero ha pasado por demasiado en su vida, mucho sufrimiento y muchas traiciones han hecho de Ghost el hombre desconfiado y sobreprotector que es. Estoy seguro que decidirá morir a cambio del bienestar de su esposa e hijo, incluso los que nos encontramos en la sala ya tenemos el cuerpo tenso y espectante porque siempre esperamos lo peor.

—Hola. —la voz de Kate nos relaja y me doy el lujo de lanzarme al sofá—. Traíamos un vino pero a Jhon se le quedó en algún lugar del aeropuerto.

—Espero que la persona que lo encuentre pueda disfrutarlo tanto como lo hubiera hecho yo. —lloriquea.

Kate y Price ingresan al lugar mientras le ceden cálidos abrazos al pequeño rubio y nos saludan al vernos instalados en la sala. Vienen con un bolso cada uno a sus espaldas y eso me deja más que claro que no van a quedarse mucho tiempo.

—¿Van a quedarse hoy? —pregunto para salir de mis dudas mientras ellos se sientan junto a nosotros en el inmenso sofá de cuero negro.

Price observa de reojo a Laswell y ella suelta un suspiro lleno de agotamiento y por lo que su rostro me demuestra, también de malas noticias.

—No hemos venido a quedarnos, estamos aquí para avisarles.—explica.

—Ellos están de regreso.

El silencio se prolonga, pesado y asfixiante porque sabemos muy bien de quienes estan hablando. Tenemos mucho tiempo sin saber de Los Diablos, buscamos durante meses su paradero pero fue imposible dar con ellos. Ahora que Jhonny esta fuera de juego solo nos queda esperar los próximos movimientos de los líderes restantes y rezar para que cometan un error que los vuelva vulnerables.

En la mira [Soap x Tu] (#2) Where stories live. Discover now