Capítulo 23: La nota

19 2 0
                                    

VAIOLET

Tres días más tarde...

La casa está vacía sin Jhonas. Entiendo que se haya asustado, incluso que quiera tomarse un respiro, pero con cada huida me voy reforzando y está vez duele menos. ¿Seré como esos animales que solo pueden sobrevivir con el frío y la soledad? Estos días sin él me han servido para pensar, escribir... A decir verdad, he escrito muchísimo. También he paseado buscando mi paz interior. Parece irónico, pero escuchar el sonido de los pájaros mientras cantaban al amanecer y los árboles inquietos por el aire que pasaba entre ellos, ha logrado que comprendiera algunas cosas:

No recuerdo ningún momento en mi vida, posterior a mi madre, en el que haya sido feliz o simplemente sonreír por un motivo. Ahora soy libre, tengo alas aunque aún pequeñas, pero las tengo.

Jhonas, Dana Walls y mi hermano, son personas imprescindibles para que esa felicidad sea posible. Jhonas me ha aportado seguridad en mí misma, demostrándome que mis oscuros miedos y deseos, no son tan tenebrosos como yo pensaba. Dana abrió un mundo desconocido. Reconozco que hay una conexión inexplicable entre nosotras, es como si todo fuera corrido, sin esfuerzo, solo somos ella y yo sin mayor complicación. Walls es un gran amigo, introduce la paz que los intensos como nosotros no paramos de romper. Sus consejos son sentidos y demuestra una preocupación verdadera por lo que me pueda ocurrir. Lauren, es Lauren... ¿Qué voy a decir de mi hermano? todo en él es bondad.

Nunca me he considerado una persona positiva, alegre y divertida. Pero ahora sé, que no hay que serlo para conseguir ser alguien. Ellos me quieren así, tal cual soy, y yo a ellos.

El bebé que está creciendo en mi interior es otro asunto. Nunca he reflexionado sobre mi papel de madre, y mucho menos estoy preparada para serlo. Tampoco estaba lista para mí nueva vida y tuve que adaptarme como pude. Sobreviviendo y querido más... eso sí es una suerte. Si tuviera que ser totalmente sincera, describir lo que sentí cuando me dijeron que mis problemas estomacales se debían a un Jhonas pequeño en mi interior, sería rechazo, ansiedad, nerviosismo e incertidumbre... en ese orden. Hasta que empecé a reflexionar en lo que yo quería para mí vida. ¿Era ser madre? Claramente no, pero sí estaba segura de una sola cosa. Jhonas no estará, no sé cuánto podrá ver o disfrutar, pero en mi recuerdo sí permanecerá. Este bebé es un trozo de su alma. Fue entonces cuando sentimientos desconocidos se apropiaron de mi cuerpo, como si fuera suyo y una especie de felicidad absoluta me recorrió por completo. No creo que sea tan malo, es solo un bebé indefenso, un bebé de su sangre, de mi sangre y de la de mamá, ¿Puede existir un ser más perfecto?

Mientras mi mente estaba a 3000 años luz de aquí, mis manos preparaban una ensalada, bajo la mirada atenta de Walls.

—Mereces algo más que esperar en esta casa Vaiolet —declara apoyado en la encimera de la cocina.

—Él va a volver y vamos a esperar —aseguro enfadada. Desde que regresamos del hospital, Walls solo ha hablado de adelantar el plan e irnos. Nadie se va a mover de aquí hasta que Jhonas regrese.

—Sé como piensa y actúa. No lo conoces Val. Si vuelve, no será para bien —intenta hacerme entrar en razón.

—Déjala en paz —alza la voz Dana —, si ella cree que vendrá, lo hará.

—Lauren, ¿no tienes nada que decir? —mi hermano deja de limpiar los tomates que posteriormente iba a introducir en la ensalada y me observa.

Cuando se enteró del embarazo no dijo ni una palabra, solo me miraba y esperaba a que fuera yo quién rompiera el silencio. Después, me atreví a explicar mis motivos por el que quería continuar estando embarazada, se puso un poco escéptico. Diciéndome lo que podía o no podía hacer, pero entonces tuvo una revelación y de repente se calló. No dijo ni una palabra más y me abrazó, tan fuerte que aún siento la presión en mi espalda. Fue un abrazo de muchas palabras silenciadas, de lloros sin lágrimas y de culpa. Detrás había mucha culpa.

YUANFEN, MI SALVACIÓN Where stories live. Discover now