Capítulo 7: Nueva oportunidad

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JHONAS

Sentado en mi escritorio, con el portátil abierto, busco en Google información sobre ojos violetas en seres humanos. Aparecen un sin fin de enlaces que constatan su existencia. Es una mutación que no afecta a la visión, al contrario. Carecen de vello púbico, facial, corporal y anal, interesante...¡Jhonas, centrate! Aparte de esto, las mujeres no tienen menstruación, aunque son fértiles. Se cree que viven de 115 a 150 años, ya que envejecen de forma más lenta. Son inmunes a la mayoría de enfermedades y tienen buena figura corporal ya que por mucho que coman no ganan peso. A estas personas también se las conoce como "super humanos". Es una enfermedad rara que casi nadie conoce, pero que existe, eso está claro.

¿Será inmune a mí? En Vancouver hay más de dos millones de habitantes, la gran mayoría tienen algún problema mental no diagnosticado, y a muy pocos nos encierran en sitios como este. Es curioso cómo el rumbo de la vida y las desgracias nos unen en el mismo lugar, y no solo eso, me conectaron a ella, estoy seguro.

¿Quién pensaría que dos personas nacidas en dos ciudades distintas, con diferente modo de vida y con la misma mente perversa, iban a encontrarse en el mismo lugar a igual tiempo?

Es una insensatez, de repente se volvió importante e imprescindible, ¿Qué hago ahora?, no puedo dar marcha atrás. El tiempo con ella se detiene, quiero quedarme con cada detalle, palabra, suceso e instante, algo complicado con su carácter. En cambio, lo único que puedo ofrecerle no es ni la mitad de lo que quiero.

Podría verla temblar entre mis brazos, llegando al mismo infierno y subir como un rayo para terminar con fuegos artificiales, así es estar con ella. Quizás, tener un futuro sin necesidad de ir más allá es posible, ¿se conformaría?, yo no.

Hoy, en la sesión con la doctora Sandick hablan sobre la muerte, conclusión; lo único que nos separa es el tiempo. Mientras muchos intentan aprender a vivir, otros aceptan que van a morir. Nadie te dice que pasos debes seguir o que obstáculos cruzar, directamente te encuentras con el resultado.

—Jhonas, ¿Qué opinas de la muerte? —pregunta la doctora, como si alguien de los aquí presentes les interesara mi opinión.

—Llegará y no podré hacer nada para evitarla —encojo los hombros, algunos asienten con la cabeza, dándome la razón.

Pocos en mi vida saben que conozco más sobre la muerte que los que la han vivido de cerca. Es el monotema de mi historia. Lo llevo tatuado en la piel, aunque no sea vea a simple vista.

—Es aceptable. Supongamos que alguien muy importante para ti muere, ¿pensarías del mismo modo?

Me observan esperando una respuesta dramática. Comienzo a notar los latidos de mi corazón desde mis oídos al recordar todas esas chicas que llevé a la muerte, aún a sabiendas del final. También me vinieron imágenes de Vaiolet desangrada en el suelo de su habitación a la mente y esto último me causó un escalofrío que recorrió la columna al completo, llegándose a formar un nudo en el estómago, dificultando las palabras que están por salir.

—Tendré que asumirlo —intento restar importancia.

—Chicos —se levanta la doctora —, a esto me refiero. La muerte, como muchas otras situaciones impactantes en la vida, crean sentimientos y emociones muy poderosos, tanto que nos sentimos desbordados y no sabemos sobrellevarlo. Hay que aceptar la muerte como parte de la vida y tratar cada fase como se merece, con respecto y paciencia, porque es temporal y pasará, aunque hay que asumirla y retomar la vida de forma diferente. Las drogas no son una salida...

Dejo de escucharla. Un silencio escalofriante se apodera de mi mente mientras los pensamientos se disparan con una única pregunta, ¿Por qué hacer feliz al resto, cuando eres un  desgraciado?

YUANFEN, MI SALVACIÓN Where stories live. Discover now