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« Estoy en las vigas mirando hacia abajo, sintiendo frío el cual invadía todo mi cuerpo aquí arriba.

Entre muros y piedras estaba todo el amor el cual sentía a distancia por su amada. Haciendo su propia casa de emociones.

Iba a extrañarla mucho, extrañar tocar su piel y probar sus labios en sus peores puntos »










Habían pasado días y Hyunjin ya se había vuelto un recluso conocido en aquella prisión. No le importaba en lo absoluto estar allí hasta que se acordaba que Lenna estaba a punto de dar a luz. 

Sentía un nudo en la garganta al saber que ella ya sabía todo lo que había pasado, pero como decía Minho "era una mentira con un velo de verdad" Han se encargó de decirle que estaba en prisión y que eso había pasado por el hecho de que Minho tenía delitos de sangre los cuales Hyunjin no pudo limpiar en el tiempo que estuvieron allí.

Han se había llegado a Lenna a otro país, era una casa hermosa con el personal necesario para que cuidara de ella ya que estaba a punto de dar a luz. Lenna sentía muchas ganas de llorar cada vez que recordaba la promesa de Hyunjin.

Nunca debió dejarlo ir allí.

Se sentía sola justo ahora, su madre había dejado de hablarle desde ese momento que había descubierto su aventura con Hyunjin.

Felix y Minho ya no estaban con ella, y Han solo se encargaba de que estuviera bien y nada más. Estaba empezando a caer en una depresión horrible, con ese sentimiento de querer que ese bebé naciera para sentir otra vez felicidad.

Quería ser llenada por amor y atención, pero el ya no estaba en casa y no sabía cuando iba a volverlo a ver. ¿Por qué sentía que Hyunjin no estaba en prisión por algo tan pequeño como un delito el cual el no cometió?

Tenía muchas preguntas.

— Han —Llamaba la menor, agarrándose de cualquier lugar en cual tenía fuerza y con la otra mano la tenía en su espalda.

— ¿Si? —Preguntó, dejando de leer su libro para prestarle atención de inmediato.

— Quisiera hablar con Hyunjin —Decía bajando las escaleras, como si le estuviera ordenando.

— No puedes hablar con personas así como así en la prisión, Lenna. Además dice que no quiere hablar contigo en esas condiciones, no quiere estresarte.

— Estoy estresada —Demandó —Quiero hablar con mi novio, estoy aquí encerrada, aburrida y no hay más libros para leer. Quiero hablar con Hyunjin.

Han se levantó del sofá, poniendo su libro en la mesa del medio para poder tener contacto visual con ella. Sonrió de una manera dulce, con un semblante como si le estuviera haciendo saber que actuaba como una niña.

— Hablarás con Hyunjin —Afirmó —Pero no será hoy —Lenna tomó un florero para aventarlo en el suelo.

— Quiero hablar con él ahora —A pesar de que ella estaba volviéndose loca, Han hacía todo lo posible para mantener un tono de voz tranquilo.

— ¿Sabes que hora es en Londres? Es tarde —Sonrió —Si quieres podemos dar un paseo.

— ¿Por qué me prohibes hablar con mi novio? —Gritaba —Estuve toda la maldita noche esperando a que le dijeras que pregunto por él y lo único que has hecho es ignorarme.

— No es así, Lenna. Lo juro.

— ¿Lo juras? Joder, ¡deja de hablar de esa manera! Me estás volviendo loca — En cuanto Lenna había expulsado toda la irritación que sentía en ese momento, escuchó como un enorme charco de agua había salido de su vagina.

SHEETS┃HYUNJIN. Where stories live. Discover now