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Felix caminaba por las calles con el celular en la mano, alejándose de la casa lo más rápido que pudiera para contestar aquella llamada entrante.

Empezó a mirar a su alrededor, como si sintiera que alguien lo seguía cuando no era así. Contestó la llamada, sentándose en un banco al frente de un lago.

— ¿Qué quieres? —Preguntó Felix frío.

— ¿Cómo que qué quiero? —Contestó indignada —¿Hiciste lo que te pedí? Han pasado meses y no me has dicho nada.

Felix soltó un suspiro, mirando a su alrededor otra vez verificando que nadie estuviera escuchando lo que hablaba. Estaba metiéndose en la boca del lobo haciéndole caso a todos los caprichos de esa mujer, pero era su salida para ser libre si no quería que lo enviaran a ese psiquiátrico.

¿Cómo le decía que se había echado para atrás? Lenna tenía más de dos meses embarazada, la píldora ya no iba a servir para matar al bebé.

Estaba pensando en que si le decía que había muerto lo terminaría todo, pero eso llevaría a una investigación haciendo que Bárbara descubriera en dónde Hyunjin se encontraba.

La píldora podría causar deformaciones en el bebé luego de que haya pasado su periodo de aborción; el no quería que eso pasara, al fin y al cabo era su sobrina... o sobrino.

— ¿Estás ahí? —Cuestionaba la mujer.

— Bárbara, no pude hacerlo —Admitió, y a pesar de que Felix no veía a su madre, ella estaba orgullosa de que no cometió tremenda atrocidad.

Bárbara soltó un suspiro enorme, como si expulsara toda la ira que se había acumulado con tan solo cuatro palabras.

Felix revoleó los ojos, dándose cuenta lo patética que era cada vez que se trataba de su obsesión con Hyunjin y Lenna. Estaba harto.

— Eres tan inútil —Maldijo —¿Cómo es posible que no pudiste hacer algo tan simple? ¡Simple! —Gritaba a través del teléfono.

— Entonces si es algo tan simple, hazlo tú misma —Demandó Felix —Estoy harto de obedecer en toda la mierda que me pides. Terminaré en la cárcel por tu culpa, o mucho peor: muerto.

— Escucha —Bárbara susurró —Es importante para mi que te deshagas de ese bebé, Felix. No puedo dejar que Lenna sea madre, lo arruinará todo.

— Estoy seguro que será una buena madre y mejor que tú, Bárbara. ¿Por qué no los dejas en paz? Ellos tienen su vida hecha aquí, nadie te quiere.

— ¿Puedes callarte? Estás siendo muy rudo —Su voz se suavizó, había absorbido su nariz dando señales de que lloraba en silencio.

— No estoy siendo rudo, solo estoy siendo honesto contigo. No puedes ir por allí controlando la vida de todos como si todo girara alrededor de ti.

— Respétame mocoso de mierda —Maldijo, limpiándose las lágrimas; apuntando al celular a pesar de que el no lo veía —Harás lo que te digo y más te vale que aceptes porque si te niegas lo haré yo misma... y sabes que si eso pasa será mucho peor.

— ¿Me estás amenazando? —Preguntó Felix retóricamente, levantando una ceja con una risa.

— Tómalo como una advertencia —Bárbara había colgado, haciendo que el peli negro mirara el celular con neutralidad. 

Soltó un suspiro, guardando su celular en el bolsillo de su pantalón procediendo a llevar sus manos a su rostro después. Estaba entre la espalda y la pared.

Tal vez Hyunjin tenía razón en que debía matarla, tal vez si le decía a su hermano todo lo que estaba pasando el sabría cómo lidiar con Bárbara.

Hyunjin la conocía muy bien, llevaban años de noviazgo los cuales le dieron ventaja para estudiarla y saber lo estúpida que era. Eso le servía a Felix, pero todo cobraría más sentido si es honesto y le dice lo que está planeando.

Deshaciéndose de Bárbara y de Hyuna Lenna podría dar a luz en paz, Hyunjin podría mudarse a otro país con ella. El, Minho y Han se irían de allí por fin teniendo paz y tranquilidad.

Ser amenazado por una ex esposa loca y celosa siendo una madre envidiosa y celosa era estresante. Bárbara no sabía en dónde estaban, la verdad nunca vio una jugada inteligente de parte de ella en estos días que había estado hablando con ella.

La única jugada inteligente que había hecho fue en Londres el día del juicio buscando a Minho para que fuera testigo, y ni siquiera funcionó, porque Hyunjin habló con el después de años solucionándolo todo.

Era posible que volvieran a Londres, pero para eso debían esperar a que todo el tema de la muerte de esas mujeres acabara.

Si fuera así de fácil lo haría el solo, pero necesitaba ayuda de una mente maestra, y era la de Hyunjin.

SHEETS┃HYUNJIN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora