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Lenna se sentía extraña desde hace un par de días, algo en su cuerpo parecía haber cambiado. Sentía náuseas, mareos, dolor y un antojo inexplicable de querer estar cerca de Hyunjin todo el tiempo.

Lo que la ha estado alarmando era el hecho de que le dolía demasiado su vagina cada vez que tenía sexo con su novio, también la ausencia de su periodo los últimos meses. Esa preocupación la había llevado a hacerse una prueba de embarazo, y aprovecharía que Hyunjin no estaba en casa para hacerlo.

Y ahí estaba, en el baño esperando los resultados, su mente corría a mil por hora. ¿Que pasaría si salía positivo? ¿Estaba lista para ser madre? ¿Cómo lo tomaría Hyunjin? Jamás había hablado de tener hijos, mucho menos pensaba que su idea cambiaría si le decía que espetaba un hijo de él.

Lo preocupante era que, Lenna aún no terminaba la escuela, apenas terminaba de cumplir los dieciocho años y prácticamente estaba sola en cuanto el apoyo emocional que necesitaba de una persona que si tuviera experiencia; su madre.

Finalmente la alarma de su celular sonó, finalmente tomando el valor suficiente para mirar la prueba y su corazón se aceleró al ver las dos líneas. Positivo. No podía creerlo, había abierto otra, haciendo el mismo proceso.

Abrir, orinar, esperar y ver. También positivo. Lenna no estaba preparada para esto. Había tantas cosas por hacer antes de ser madre, tantos sueños y metas por alcanzar.

La ansiedad la consumió, y no podía dejar de pensar en el futuro. ¿Cómo sería su vida de ahora en adelante? ¿Podía lidiar con todo esto sola? Lo que más le atemorizaba era que no sabía si Hyunjin quería tener hijos aún o simplemente no sabía si los quería tener con ella.

Lenna sabía que tenía que hablar con Hyunjin, pero primero... debía comentárselo a alguien primero, el cual sabría que decirle en este tipo de situaciones.

En la cocina, le había puesto las pruebas entre sus narices, viendo como la expresión del mayor había cambiado de una neutra a una expresiva. Eran emociones mixtas; sorpresa, confusión... miedo.

— ¿Estás... bien? —Preguntaba, mirando las dos pruebas que ella había puesto en la mesa.

Lenna no dijo nada. Tenía que enfrentar sus miedos, y no era el hecho de estar embarazada, era el hecho de que debía decirle a Hyunjin sin importar la decisión que ella pensaría tomar.

Minho estaba también aterrado. Estaba sentado en la cocina viendo fijamente la pared con el mismo nudo en la garganta que Lenna tenía.

Por más que lo intentara no podía dejar de pensar en las tantas cosas que pasarían si Hyunjin se entera. Esa mañana se sentía intensa por el simple hecho de que no podía evitar sentirse preocupado.

Hyunjin y Lenna habían estado juntos por un tiempo, pero nunca escuchó el comentario de querer tener hijos. Ahora enfrentaban una situación en la que tendrían que hacer frente a responsabilidades que nunca imaginaron tener.

Minho sabía que ser padre era una gran responsabilidad y que Hyunjin no estaba capacitado para hacerlo. Tenía tanto miedo por esa criatura que la verdad no pensaba en Lenna.

Con lo que pasó con Felix... se imaginaban tantas cosas negativas, y por la poca paciencia que Hyunjin tenía, podría ver a ese pobre bebé muerto.

— Cierra la boca... —Decía en un hilo de voz.

Cerrando sus ojos con fuerza por el fuerte dolor de cabeza que estaba experimentando esa noche, aún podía escuchar las complicaciones que su hermano menor le decía, finalmente sacándolo de sus casillas.

Y con la pequeña cuchilla que estaba en sus manos, le había atravesado el cuello, una y otra vez mientras que le repetía las mismas palabras.

« Cierra la puta boca » « Te dije que te largaras » « Lárgate » « Lárgate de una maldita vez y déjame en paz. »

Simplemente no podía permitir que ese bebé cayera en las manos de un monstruo como Hyunjin.

— ¿Lo vas a tener? —Preguntó.

Lenna estaba sentada mientras veía la prueba en las manos de Minho, y es que todo lo que el le decía en su mente se escudaba tan lejos.

Estaba emocionada porque una parte de ella le pintaba todo de rosa. Imaginarse a Hyunjin siendo padre tomando al bebé de las manos, hablándole a su vientre en las madrugadas y sonriéndole cada vez que el bebé sonreía le hacía pensar que era una buena idea.

Pero por otro lado, aún no podía dejar de pensar en la gran responsabilidad que es tener que encargarse de una vida, no quería tomar una decisión precipitada, mucho menos escoger la incorrecta.

— Aún tengo que hablar con Hyunjin.

— Es lindo que quieras saber la opinión de Hyunjin... pero en este caso... esto es una decisión debes tomar sola.

— ¿Y qué? Es posible que Hyunjin quiera ser padre y yo podría darle ese deseo... no estoy segura de lo que pase por su mente Minho, por eso necesito hablar con el.

Minho soltó un gran suspiro.

— Eres una mocosa aún... no puedes cargar con la vida de otro ser humano si no eres capaz de organizar la tuya.

— ¿Perdón? ¿Que quieres decir con eso? Soy mayor de edad, y si estoy lo suficientemente madura para ser madre.

— ¿Quien lo dice? ¿Tu?

— Yo lo digo —Una tercera voz se hizo presente, captando la atención del dúo que estaba en la cocina.

Era Hyunjin, quien defendía el hecho de que Lenna sería una buena madre, sin saber de que depende unas palabras estaba a punto de ser una.

SHEETS┃HYUNJIN. Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon