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Hyunjin la miró fijamente, esos labios rojos, delineados y carnosos. Igual de hermosos que sus ojos, de mirada dulce, en su faz de diosa.

Labios que adornaban su sonrisa, besos que electrizaban todo su ser. Hyunjin se había vuelto un esclavo, estaba entregándole toda su alma, y no recordaba la última vez que lo había hecho.

Lenna se vio recostada bajo la sombrilla que estaba en el patio, viendo como Hyunjin estaba a su lado. Esa tarde estaba siendo arropada por el tibio sol, el cual hacía que el día estuviera agradable.

Minho se encontraba en la piscina, fumándose un cigarrillo dejando que el sol le diera un poco de color. Tenían días que no salían a pasear, a correr, beber o simplemente pasar el rato.

— ¿Entretenida? —Preguntó Hyunjin quitándose los lentes de sol.

— ¿Quién? ¿Yo? —Preguntó haciendo lo mismo, formando contacto visual.

Hyunjin levantó un poco la cabeza, haciendo un movimiento leve, que con disimulo se había referido a Minho, a quien Lenna no le quitaba la mirada de encima.

Lenna sonrió, al darse cuenta que su novio se había dado cuenta. Ella hizo un puchero, burlándose de el.

— Cualquier cosa que estés planeando te recomiendo que lo abortes ahora mismo —Ordenó Hyunjin.

Lenna no le hizo caso, levantándose de ahí con intenciones de ir donde estaba el contrario, lo había saludado con una sonrisa.

Minho había hecho lo mismo por cortesía, aunque no estaba de buen humor para tolerar cualquier tipo de broma.

— ¿Estás bien? —Preguntó Lenna —Has estado desapareciendo, llevaba días en los que no te veía alrededor.

La menor se sentó en el borde, llevando los pies al agua, prestando atención a cualquier palabra que Minho estaba dispuesto a soltar. 

— Quiero estar solo... —Ella asintió, con una sonrisa estaba a punto de irse, pero el la detuvo.

— Dijiste que querías estar solo.

— No te dije que te fueras —Sonrió—Lamentablemente.

— Cierra la boca —Ella rió, captando su broma, la cual si había hecho que se riera.

— ¿Por qué estás aquí? —Preguntó—Acompañándome. Deberías irte.

— ¿Por qué continúas apartándome?

— Porque desde aquí puedo ver que no está feliz con el hecho de que estás aquí conmigo.

— ¿El? —Miró hacia atrás para ver cómo Hyunjin tenía un sombrero en la cara, ignorando el hecho de que ellos estaban hablando.

Minho se levantó del agua, con intenciones de irse a la cama. Últimamente se ha estado sintiendo aburrido por el ambiente de la casa, ha estado muy tranquila los últimos días.

— ¿Por qué te vas? Yo no veo que esté molesto.

— No me siento bien, eso es todo.

No importaba todo lo que estaba rondando por la cabeza de Minho en esos momentos. El siempre intentaba tratar a Lenna con suavidad, amor y madurez.

Ante sus ojos ella aún seguía siendo una niña risueña la cual podía sentirse herida con facilidad. Ellos aún mantenían el contacto visual a pesar de que no decían ni una sola palabra.

La brisa, los pájaros y las pequeñas olas del agua cada vez que la menor movía sus pies era lo único que se escuchaba en ese patio. La tensión que había entre los dos era enorme.

Desde la última vez que se encontraron había surgido ese tipo de lazo el cual hacía que los dos se sintieran comunicados sin decir una sola palabra.

— Yo se que te puede hacer sentir mejor —Sugirió Lenna.

— ¿Que? —Preguntó Minho. A lo que ella sonrió, levantándose para entrar a la casa.
































Lo sé, es un capítulo de mierda pero era necesario para el desarrollo del siguiente capítulo. Pido perdón.

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