3...2...tú

5.4K 297 17
                                    

Después de varias lecciones que salieron menos vergonzosas de lo que pensé, ya que dimitri había resultado un excelente profesor y una parada en la cafetería para comer, me dirigí a mi cabaña necesitaba recostarme sentía el agotamiento de cada uno de  mis músculos, claramente me pondría en forma, no creí que requeriría tanto esfuerzo físico ya que cuando observaba a dimitri nadar lo hacía ver tan fácil casi como si volara en el agua, mi cuerpo parecía hecho de plomo, si así me sentía ahora no quería ni imaginar como me sentiría en la mañana seguro no sería capaz de levantarme, pero tenía que hacerlo ya que tendría otra lección en la mañana.

¨¿Por que farid me dejaría sola?¨ realmente no lo entendía él fue quien llego sin avisar diciendo que me apoyaría y de un momento al otro no estaba,  eso hiso que me sintiera levemente decepcionada, sacudí mi cabeza, él tendría sus razones para irse sin despedirse, solo esperaba que me se presentara mañana otra vez quería mostrarle lo que había avanzado, seguro se asombraría, con una sonrisa seguí caminando, estaba a unos metros de mi cabaña cuando lo vi, sentado en uno de los muebles de madera frente a mi cabaña, su mirada perdida en ningún punto fijo era extraño verlo así pareciendo perdido, ya que siempre que lo había visto se mostraba muy seguro de sí, ademas de bastante arrogante, hace días que no sabía absolutamente nada de él, parecía cansado pero estaba igual de guapo usando una camiseta verde manzana , jeans y vans blancas, fruncí él  ceño al recordar las palabras de farid ¨Él es el dueño¨ no podía creerlo, debía confirmarlo.

Dude por un momento ¿debería entrar ahora? ¿o podía esperar acá  hasta que se fuera? descarte mis dudas, estaba cansada y mojada, ademas no podía huir de él siempre armándome de valor camine hasta quedar frente a él, kaled me miro fijamente su rostro mostraba agotamiento, me sorprendió verle de esa manera ya que siempre se mostraba como si nada le importara.

-Hola- me saludo mientras una pequeña  mueca a  modo de sonrisa  aparecía en sus labios.

me cruce de brazos, ¿por que rayos estaba aquí? en mi ultima conversación con él le había dejado claro que no le hablaría nunca más, algo infantil pero en ese momento no lo pensé ya que por lo molesta que me encontraba no pensé las cosas dos veces antes de decirlas, me quede en silencio esperando que me explicara su presencia aquí,  pero luego de un rato frente a él se hiso claro que no hablaría, sino hablaba primero yo, tome varias respiraciones tratando de calmar el mal genio que empezaba a aflorar en mí antes de decidirme a hablarle.

- ¿que haces aquí?- le cuestione, mi voz sonaba bastante brusca, no olvidaba lo que me había hecho.

Se encongio de hombros ignorando mi tono de voz, soltó un suspiro antes de bajar la mirada a sus manos, ¿que le estaba pasando?

-No lo se, salí a caminar y me encontré frente a tu cabaña por alguna razón-.

sin poder evitarlo por la curiosidad de verlo de esa manera le pregunte.

-¿que sucede? ¿estas bien?-.

su mirada subió para encontrarse con la mía pequeñas sombras se encontraban bajo sus ojos, que tenían ese peculiar tono que se veía liquido, podía sentir que algo no estaba bien aunque aun no me hubiera dicho  nada, por expresión corporal y era mirada que nunca antes le había visto.

-¿Puedo quedarme un rato?-.

No sabia que responder ¿quería yo estar cerca de  este chico que me molesto tan pronto llegue a este lugar? sabía que mi respuesta era no, pero una nueva mirada a kaled me hiso cambiar de parecer, no podía ser cruel viéndolo de esa forma y ante todo pronostico respondí.

-Claro, pero pasa ¿que es eso?- dije señalando en dirección a una bolsa que estaban a su lado.

-Es una bolsa de plástico-.

El campamentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora