ꞋꞌꞋ El Sol y la Luna ꞋꞌꞋ

▶ El inicio de todo

— Tengo que irme, se me hará tarde. No te tomes mucho tiempo comiendo eso hijo o también llegarás tarde. — Su madre ya se encontraba tomando sus cosas para salir y antes de salir corriendo se toma su tiempo para poder dejar un beso en la mejilla de su hijo. — Que te vaya bien en la escuela.

— Que te vaya bien en el trabajo, no llegues tarde para la cena, prepararé algo que seguro te va a gustar.

Como su madre llega tarde del trabajo le gusta hacer la cena para que ella solamente llegara tranquila a cenar y charlar con la familia y después poder descansar, porque claro, Damián sabe cocinar ya que su madre a veces en los tiempos libres que ambos tenían ella le enseñaba algunos trucos de cocina o hasta algunas recetas de los platillos que solían preparar en aquella casa, fueron pocos meses en los que le ha enseñado y como es un aprendiz dedicado a lo que hace aprendió rápidamente.

Volviendo a lo principal. Ahora que su madre ha salido de la casa Damián se levanta empezando a recojer el plato tanto el suyo como el que su madre a dejado en la mesa, seguro se le olvidó por la prisa con la que iba, y no la culpa... Ya ha hecho mucho preparando los waffles desde que se despertó. Sí, se ha terminado la comida así que no tiró nada ni tuvo que guardar nada, solamente lavó los trastes.

Puede ver la hora en su celular notando que ya van a dar las 7 am. Puede escuchar desde el primer piso como es que la alarma que suele despertar a su padre empieza a sonar: Esa es su señal para largarse de ahí y empezar su rutina del día fuera de casa, toma su mochila rápidamente y a paso rápido se acerca a la puerta revisando que tuviera las llaves de la casa en el bolsillo de su pantalón antes de salir. Teniendo todo no tarda en atravesar la puerta principal y la cierra de un portazo.

— Otro día de mierda, no tengo pruebas de que lo será... Pero tampoco tengo dudas.

El pensamiento de salir de ahí y nunca volver siempre se pasaba por su mente. Todos los malditos días.