▶ Cuidando de tí

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Había pasado una semana desde que Moon había empezado a trabajar en la guardería, las cosas habían ido bien desde su primer día de trabajo, aunque aún no lograba acostumbrarse a lo cariñoso que era su compañero, aún así parecía que ya no le molestaba los besos de buenas noches y de la buena suerte.

Todo iba de maravilla, los niños empezaban a acostumbrarse a su presencia y el solecito parecía más que feliz de tenerlo como compañero. Había conocido al resto de trabajadores y tuvo una pequeña charla con cada uno de ellos para conocerlos, a decir verdad... Solamente dos de ellos lograron caerle bien.

Ahora mismo Moon se encontraba en la guardería una hora antes de que fuera la hora nocturna, solía aparecer mucho tiempo antes para ayudar a Sun con los niños, a decir verdad ya empezaba a acostumbrarse a la manera de trabajar en el lugar, Sun le había dado pequeños consejos sobre como entretener a los niños, cuáles eran las reglas del lugar y alguno que otro detalle.

El día iba bien, bueno, siempre había algo que le hacia arrepentirse de sus pensamientos positivos. Sun había estado actuando extraño desde que había llegado a ayudarle con el trabajo, no tenía ni la menor idea de que es lo que le pasaba, desde que notó ese pequeño cambio sabía que algo andaba mal, así que estuvo vigilandolo durante un buen rato, no es que se preocupara por él, simplemente no quería que hiciera algo incorrecto frente a los niños (una excusa claro está).

Al principio le había preguntado que es lo que le pasaba, Sun respondió que estaba completamente bien y a los segundos se había ido para cuidar de los niños, eso lo hacía ver más sospechoso.

No se iba a quedar así. Estuvo siguiéndole un par de veces pero no sabía como se las arreglaba para que se terminara escapando siempre, ese chico era demasiado escurridizo. Una y otra vez estuvo a punto de atraparlo pero seguía siendo la misma historia. Podía notar como es que no tenía la misma energía de siempre pero aún así sonreía cuando los niños le pedían algo, ¿durmió bien? Ahora empezaba a preocuparse un poco más después de que casi se cae y se golpea con el tobogán que estaba por ahí, por suerte logró mantener el equilibrio. Quizás eso era solamente porque es muy torpe.

No hubo alguna otra novedad, solamente los niños corriendo de un lado a otro mientras Sun los perseguía o sentados alrededor de Moon, quién les estaba contando una historia sobre magia y fantasía, los niños ya lo adoraban.

La guardería ya había cerrado, algunos niños fueron dejados para que los cuidaran por el resto de la noche, por suerte eran unos pocos y no tendría problema con hacerlos dormir. Ya casi era la hora nocturna y no había logrado saber que es lo que estaba ocurriendo, ya empezaba a enfadarse. Se había rendido, dejó de seguirle y Sun parecía un poco aliviado por eso, aunque eso no quitaba el hecho de que seguía igual que a mediodía.

A saber que tenía el solecito.

Los últimos minutos que quedaban se la pasó vigilando a un par de niños dibujando, uno se encontraba dibujando un dragón y el otro pequeño parecía estar dibujando a Moon y Sun juntos mientras se tomaban de la mano, ¿por qué se le había ocurrido dibujar eso? Solo se habían tomado la mano una vez frente a los niños y fue simplemente porque Sun se la pasaba llevándolo de un lado a otro por la guardería.

Hablando del rey de Roma.

— Uhm... ¿Moon?

El chico de ojos color rojo supo enseguida de quién se trataba, después de un buen rato estando siguiéndole y finalmente había decidido acercarse a él sin tener que estar siguiéndolo de un lado a otro. Sin importarle mucho el niño que estaba frente a él contándole lo que había dibujado se volteó logrando ver a Sun que jugaba con sus manos mientras tenía la mirada en otro lugar.

ꞋꞌꞋ  El Sol y la Luna  ꞋꞌꞋ   Where stories live. Discover now