ꞋꞌꞋ El Sol y la Luna ꞋꞌꞋ

▷ Llamadas

Ambos se la habían pasado bien el día de su aniversario, tuvieron una agradable noche llena de besos, abrazos y muchas más cosas.

Damián se había encargado de ocultar el anillo de compromiso que había comprado, no le diría nada al menor, por obvias razones, y guardaría ese anillo hasta que fuera el momento adecuado.

Era un nuevo día por la mañana, justo después de ese día especial para ambos, el cual Sun había olvidado por completo. Era un día de descanso y uno de ellos ya se había despertado a pesar de que podían aprovechar para dormir.

Por su parte el menor al día siguiente había tratado de escabullirse a primera hora para poder conseguir un regalo atrasado, por lo menos algo que le mostrara que estaba agradecido con los detalles del día anterior, además había disfrutado cada minuto entero de la cena, el baile y hasta los momentos que se quedaron en silencio viéndose a los ojos. No había logrado levantarse ya que además de que estaba atrapado entre los brazos de su pareja también le dolía el cuerpo, prefería quedarse acostado entre los cálidos brazos del mayor y después le pediría que lo acompañara a comprar algo.

— Mmm... ¿Puedes dejar de moverte?

— Si me dejas ir ya no te molestare.

— Agh... Me acostumbrare al movimiento.

Unas suaves carcajadas salen de los labios del menor, cierra los ojos por un momento pensando en un plan de escape. Una rápida idea se le vino a la mente, dió un empujón con la mayor cantidad de fuerza que tenía logrando que el mayor lo soltara un poco y Lyan aprovechó aquello para escapar de sus "garras".

— ¡Sí! — Justo cuando estaba por levantarse de la cama siente un ligero dolor en su cadera haciendo que se quejara en voz baja y se tirara nuevamente en la cama a un lado del mayor. — Misión fallida, obstáculo... Dolor.

— Deja de ser dramático. — Gruñe Moon abrazando nuevamente al menor y esconde su rostro entre el hueco que había en su hombro y cuello, empieza a dar suaves caricias con la punta de su nariz en el cuello del menor.

— El culpable no se quiere hacer cargo de lo que hizo, repito, el culpab-... ¡Mmmph!

Moon se había sentado tomando la almohada en la que antes estaba recostando su cabeza y la pone en la cara del menor golpeándolo con esta haciendo que se callara, no usó casi nada de fuerza al poner la almohada en su rostro, simplemente había dejado la almohada ahí en señal de que se quedara callado. Lyan se queda quieto sin decir nada, levanta sus brazos para tomar con ambas manos la almohada y quitarla de su rostro.

— Eres cruel.

— No lo soy, solamente estás siendo dramático.

El de cabellos bicolor se recuesta nuevamente ahora dándole la espalda al menor, ahora ya no tenía intenciones de detenerlo, si quería levantarse para hacer su rutina matutina que lo hiciera. Damián no iba a moverse de ahí.

— ¡Tú eres el dramático aquí! ¡No me lo puedes negar!

— No te escucho, estoy dormido.

El menor frunció el ceño poco después de que lo había escuchado decir aquello, le da un pequeño sape en la cabeza causando que su pareja se quejara y solamente se había removido para continuar con su intento de dormir. Sunny se sienta en la cama y acaricia un poco el cabello del más alto, puede notar como su cabello empezaba a oscurecerse de las raíces causando que el color blanco empezara a desvanecerse. Empezaba a imaginar a su pareja con el cabello completamente oscuro y sonríe ante la idea.

— Oye... Creo que le hace falta un pequeño retoque a tu cabello.

— Agh... Es verdad, se me había olvidado ese detalle por completo.