Fue en ese día de Octubre que todo se fue a la mierda. Será mejor contarlo desde un principio para que puedan entender.
Damián odia la escuela.
La detesta con todo su ser, ¿por qué razón tenía que asistir a un lugar donde te ponen a memorizar cosas que olvidarás en menos de una semana? Lo veía patético. Inservible.
Otro dia más la alarma suena a las 6:30 am, el maldito sonido demoníaco de aquella alarma avisándole que tenía que despertarse para poder asistir a un día más en el colegio rodeado de idiotas que ni siquiera se esforzaban por aprender y profesores que tienen todo memorizado para 'enseñar' a sus alumnos.
Sus manos se mueven para poder apagar aquella alarma, se ha recostado sin ganas de levantarse para asistir a su colegio, de igual manera no tenía ni una razón para ir, no amigos, no aprende nada, solamente se dormía entre clases y suele meterse en problemas muy seguido. Para su mala suerte en esa casa nunca hay calma.
— ¡Mi niño! Es hora de que te levantes.
Frunce el ceño gruñendo y escondiéndose entre las sábanas. Segundos después es sorprendido con el sonido de su puerta abriéndose y unos pasos que reconoce fácilmente haciendo que quitara la sábana que cubría su cuerpo para ser recibido con el rostro de su madre que se acercaba con una suave sonrisa. Ella era un ángel.
— Buenos días, ¿cómo dormiste?
No ha contestado pero se ha sentado en su cama, ella, la única razón por la cual sigue adelante, quiere ayudar a su madre a salir de esa maldita pocilga a la que suelen llamar casa. Ama a su madre más que a cualquier cosa en el mundo y quiere hacerla feliz, que reciba el trato que realmente merece.
— Arreglate para ir a la escuela, no queremos que tu padre se enoje ¿verdad?
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ꞋꞌꞋ El Sol y la Luna ꞋꞌꞋ
फैनफिक्शन"No entendía porqué decidió tomar éste trabajo si en realidad no podía soportar a los niños, ¡sería un completo desastre! por lo menos solo trabajaría en el turno de noche... No tenía que estar todo el rato vigilandolos. Oh, hablando de eso, será me...
