Diecinueve: El Inicio.

130 10 0
                                    

T/N
Aunque pedí llegar una hora más tarde, el tiempo me habia jugado en contra y ahora estaba llegando dos horas tarde, estaba segura de que Ruby me mataría y es que luego de que la nombraron coordinadora sus reglas se volvieron más estricta y nuestro trabajo se volvió más eficaz, los problemas y comentarios innecesarios fueron disminuyendo y ella tuvo mucho que ver en eso; ahora, siempre que podía se encargaba de Heeseung –no fui capaz de contarle de cuando fue a mi casa estando ebrio–, al parecer ambos se llevaban bien y podían tener comunicación. De vez en cuando nos rotaban y debíamos trabajar con los mayores y en otras ocasiones volvíamos a trabajar con los tres menores, si me preguntaban si tenía algún favorito, sí, si lo tenía. Niki era un chico que a su corta edad parecía muy maduro y lo habia visto crecer mucho estos últimos meses, eso me hacía sentir orgullosa.

–Hola noona –él seguía llamándome así, a pesar de que lo odiara.

–Hola Jongseong –frunció el ceño y me reí por eso–. Lo siento Jay.

–Vas tarde –asentí con preocupación, ¿desde cuándo el elevador subía tan lento? Hoy no era mi día–. ¿Cuánto ha pasado ya?

–No lo sé, unos siete meses –alce los hombros con desinterés, Jay me miro con preocupación–. Lo siento, no he contado los meses ¿feliz?

Sentí un fuerte alivio al ver marcado el número seis en el cuadrito del elevador indicando que habíamos llegado al piso, me detuve al sentir como ponían un pedazo de tela negra sobre mis ojos impidiendo que viera algo maldije por lo bajo y pude escuchar a Jay tararear con entusiasmo ¿si era una broma podía golpearlo? Me dio un pequeño empujón indicándome que me moviera, él llevaba sus manos sobre mis hombros y me hacía tambalear de vez en cuando como un poco de diversión para él –definitivamente lo golpearía–. Me detuvo y abrió una puerta, nuevamente me dio un empujón y me tropecé con algo, si antes todo era oscuro con esa tela; sin duda, con las luces apagadas era aún más oscuro.

Me habia detenido en alguien o alguien me habia atrapado, no tenía la menor de idea de cuál de las dos era la correcta por lo que me afloje un poco el nudo y la tela bajo de mis ojos a mi cuello, no contaba con que me encontraría unos ojos ajenos que a pesar de la oscuridad podía reconocerlos ¿cuánto había pasado desde que hablamos la última vez en mi casa? Lo escuché suspirar y luego sentí sus brazos rodeándome, rápidamente lo aparte y soltó una pequeña risa.

–Me gustas –susurró antes de apartarse por completo de mi.

–¡SORPRESA! –las luces se encendieron causándome un susto.

–T/N Evans –Ruby se acercó a mí con el rostro serio–. Has sido trainer en nuestro equipo desde hace un año.

–¿Un año? –murmuré incrédula– ¿Tanto? –todos asintieron.

–Te hemos visto esforzarte más que cualquier principiante y has sido un apoyo para nosotros como veteranos de este trabajo –Jae se unió a Ruby.

–Por lo que nos alegra poder decirte que... –todos compartieron miradas poniéndome nerviosa– ¡Oficialmente eres parte del staff de maquillaje de BELIF LAB!

–¡¿Qué?! –podría jurar que estaba a punto de desmayarme, mire a Jay y este tenía una sonrisa de oreja a oreja, los chicos de Enhypen parecían felices.

–Di algo más que solo un "qué".

–Si es una broma juro que no los perdonare.

–No lo es –Heeseung se acercó–. Bienvenida al equipo señorita Evans –me entrego una cajita y dude por un momento, todos estaban viendo–. Es... es un obsequio de parte de todos.

Los demás se vieron entre sí, sin entender lo que pasaba ¿realmente era un obsequio de todos? Lo fuera o no eso era lo de menos, ahora ya tenía un trabajo permanente, por ende, mi pago sería un poco mayor y eso quiere decir que podría moverme a un lugar más grande y establecerme mejor en Corea ¿había algo que pudiera salir mal?

That Feeling WhenWhere stories live. Discover now