Diecisiete

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T/N
¿Qué se supone que debería hacer con una confesión? No era buena guardando secretos y, enterarme de dos cosas la misma noche no era algo que mi cerebro pudiera procesar o aceptar. Jae se sentó frente mío con la cabeza gacha como si se avergonzará de lo sucedido la noche anterior, seguí revisando los papeles de inventario que Ruby me habia encargo y que de cierto modo le habia pedido porque no me sentía con los mejores ánimos ni la capacidad para compartir la sala con los chicos y que pudieran ver la tensión entre el equipo de maquillaje y peinado, porque si, ahora definitivamente había tensión en este equipo.

Él siguió ahí, sin decir nada y sin mirarme —agradecía el silencio— aunque empezaba a molestarme el hecho de que tomara cada papel que yo dejaba sobre la mesa para mirarlo y cerciorarse de que el pedido era correcto o de que el nombre no estuviera mal escrito. Coloque una de las hojas al lado mío esperando que no lo tomara, se inclinó y sin ninguna duda lo tomo haciendo que cerrara mi libreta con frustración.

—¿Sucede algo? —le cuestione aguantando mi enojo, el negó moviendo su cabeza de un lado a otro— ¿Por qué revisas mis papeles? —se encogió de hombros— ¿Tengo que llamar a Ruby? —conseguí que me mirara.

—No...

—Por qué no solo dices: Sal conmigo.

Uno de los chicos que iba pasando se quedó helado al escuchar mis palabras, paso su mirada de Jae a mí como cinco veces, luego caí en cuenta de lo que podría estar pasando por su cabeza.

—No, no, no —mire a Jae—. Nosotros... nosotros no estamos.

—Ella y yo no... no tenemos ese tipo de relación ¿verdad?

—¡¿Para qué me preguntas?! —cerré los ojos con frustración y luego recordé la Ley de Murphy: "todo lo que puede salir mal, saldrá mal". No salía de una para meterme en otra— Lo siento joven Sunghoon, no es lo que cree.

—Bueno, yo... pienso que... no habría ningún problema ¿verdad?, des-después de todo... ustedes... son amigos y compañeros ¿no? —Sunghoon estaba tartamudeando, él también parecía sorprendido.

—Le... No empeore las cosas por favor, ya quiero matarlo —susurre lo último para luego mirar a Jae que al igual que yo estaba nervioso—. Moon Jae y yo solo somos compañeros... y... amigos ¿creo?

—¿Crees? —me miró indignado, solo alce mis hombros con indiferencia.

¿Amigos? ¿Podía tener amigos en este trabajo? Amigos que te apuñalarán por la espalda en la primera oportunidad que tenga y que por supuesto, te dejarán desangrándote para poder ganarse el favor de otros. Si... ese no es el tipo de amigos que quiero mantener en mi vida y menos en mi trabajo, Sunghoon se fue dejándonos solos y en un ambiente para nada cómodo ya que Jae seguía mirándome como si esperara una explicación de mi parte, ¿le debía una explicación?

—Bueno, yo —pensé un momento en las palabras adecuadas, suelo arruinar más las cosas cuando trato de arreglarlas—. Yo no soy buena con las explicaciones, no sé si somos amigos, lo siento.

—Lo somos, aun-aunque hayamos arruinado el ambiente con los demás, desde el primer momento en el que entraste a trabajar a este lugar te convertiste en parte de nuestra familia.

Jae sonaba sincero con sus palabras y su sonrisa transmitía tranquilidad y seguridad, ¿familia? Una familia, personas del trabajo con las que puedes contar tanto fuera como dentro de tu horario laboral, ¿sería buen momento para decirle a Jae que Ruby siente lo mismo que él? Ambos son demasiado temerosos y están a la espera de algún tipo de señal del destino —o eso parecía— ¿y si esa señal del destino era yo? Podría jugar un poco con ambos y ver que sale de ello, estaría mal y las cosas podrían empeorar en vez de mejorar. Mire a Jae y este tenía su cabeza sobre la mesa con un rostro devastado, como si un camión lo hubiera arrollado unas cincuenta veces, al parecer era lo que el amor provocaba en las personas que tenían la oportunidad de enamorarse y ser correspondidos; desordene su cabello y logre que se me mirara de una forma nada agradable... un empujón, ambos necesitaban un pequeño empujón ¿verdad?

That Feeling WhenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora