That Feeling When

Trece

Lee Heeseung
La incomodidad se podía sentir por toda la sala, los chicos me habían regañado e incluso Jay que se había mantenido a raya con todo esto explotó al estar a solas, busco a T/N y no dejo que se acercará a mí. ¿Por qué estaba tan cerca? ¿Por qué tenía que hacerla reír? ¿Por qué Jay se veía diferente con ella? Algo habia cambiado y especialmente algo relacionado a él.

Cruzamos miradas y pude ver tristeza en ellos, le había mandado unos correos pidiéndole que nos encontramos, que tenía que verla y hablar con ella; no los había contestado y tampoco sabía si los había leído y solo me estaba ignorando —no la juzgaria si lo hiciera—. El manager entro a la sala y noto el ambiente, fijo su mirada sobre mi y al notar que no había ninguna persona del staff resopló.

—T/N ayuda a Heeseung con su maquillaje necesito que esté listo —todos suspiraron ante esas palabras.

—Si señor —se puso de pie he hizo una reverencia.

Mantuvo su distancia conmigo y solo se limito a intercambiar palabras con el manager sobre el tipo de maquillaje que quería que tuviera, no me miraba, su vista pasaba de las sombras a mi rostro o al espejo para ver los detalles. No me miraba directamente y me sentí solo en ese momento.

—Yo...

—Si va a disculparse no me interesa —no me dejó terminar de hablar.

—Solo escúchame, yo... —con fuerza puso una de las paletas de colores sobre el tocador.

—Lee Heeseung estoy siendo lo suficientemente decente y profesional en estos momentos, si intenta decir una palabra más me iré y lo dejaré con su maquillaje a medias ¿me entendió?

Susurro lo suficientemente cerca de mi rostro y el aliento de su boca me hizo temblar, nuestras miradas se cruzaron por medio del espejo y ella entendió mi silencio como una aceptación a qué no hablaría más. ¿Sería capaz de acostumbrarme a esto? Solo mirarla, escuchar su respiración, tener sus ojos sobre mí solo por el trabajo, que me dirigiera la palabra solo para darme indicaciones.

T/N no seré capaz de soportar esto.

—Cierre los ojos, por favor.

Mi silueta se veía reflejada en sus ojos, era la primera vez que me deleitaba con en verla así. Sus ojos eran de un color avellana, tenía pequeñas pecas en sus mejillas, una cicatriz cerca del labio parecía la de un piercing; seguramente si aún lo tuviera se vería como una chica mala.

—Me seguirías gustando si fueras una chica mala —murmuré sin darme cuenta.

Sus orejas se habían puesto coloradas nuevamente e intento ignorar mis palabras prestando atención en otras cosas, lo habia pensado en voz alta sin ningún tipo de intención incluso para mí eso fue inesperado.

—Lo siento... —me disculpé y cerré los ojos.

Sentí como la brocha pasaba por mis parpados y de un momento a otro la tranquilidad llego a mí, ¿en qué estará pensando? ¿pensara en que fui idiota y que debió golpearme? ¿pensara en quizá nunca perdonarme? Esperaba con ansias que ese no fuera el caso.

—Solo lo pensé en voz alta, perdón si te hice sentir mal.

—Creo haber dicho que...

—Se que puedes dejarme a medias con el maquillaje, pero si no digo algo me moriré y quiero aprovechar ahora que tengo los ojos cerrados —la escuche suspirar y continuo con la brocha sobre mi parpado—. No debí juzgarte, mucho menos lastimarte de ese modo... es solo que, pensar que me veías como un problema me hizo perder la cordura.

No me interrumpió y lo tome como una aceptación a que podía seguir hablando.

—He estado controlándome porque no quería que huyeras de mí, lo dije antes, tengo un carácter difícil de manejar. Debí darte la oportunidad de explicar las cosas...

—O quizá no debías pedirme ninguna explicación —abrí mis ojos, nuestros rostros estaban muy cerca—. Te lo dije: "No te odio y no tengo razón para hacerlo, también eres un ser humano y puedes tener esos momentos"

—Yo...

—Pensé que podríamos ser amigos —no pude sostenerle más la mirada—. Joven Lee Heeseung, en el momento que usted sujeto mi brazo trazo una línea entre nosotros —se alejó de mí dándole un último vistazo—. Quizás Tyler no estaba tan equivocado... —murmuro.

Tense mi mandíbula al escuchar su nombre, habia mencionado a ese sujeto y aunque parecía que no lo habia hecho con la intención de molestarme ella ni siquiera sabía que escuchar el nombre de ese tipo saliendo de su boca hacia que lo odiara aún más. Fue fácil para nosotros darnos cuenta, él sentía algo por ella, él estaba enamorado de ella... él... él...
Se coloco a mi altura una vez más, me levanté con la intención de asustarla, pero fue rápida y se hizo para atrás chocando con el filo del tocador, puse mi mano sobre su cintura atrayéndola más a mí; por un momento habia olvidado que otras personas estaban en la misma sala que nosotros, sus ojos. Moviéndose de un lado a otro buscando una respuesta, una respuesta que no era capaz de darle ¿qué es este sentimiento? ¿Celos? ¿Dolor? ¿Angustia?

—No menciones su nombre —puso sus manos sobre mi pecho al ver que me estaba acercando más a ella, nuestras mejillas chocaron y acerque mi boca a su oído—. Su nombre no es digno de ser mencionado por ti —le susurre.

Me alejé y por su parte solo recibí una mirada de confusión, sonreí de lado al ver que estaba sonrojada.

—Estoy listo señor.

Salimos de la sala y Jay estaba fuera esperando, el manager nos dejó solos. ¿Qué era este ambiente? Parecía molesto.

—¿Sabes que lo arruinaste? —sin duda algo estaba mal.

—Si... Pero, deberías estar feliz ¿no? Ella ahora me odia.

—¡¿Te parece que me pondría feliz que la lastimes así?! —Jay se acercó a mi, era la primera vez que lo veía así.

—¿Te gusta? —mi pregunta salió sin pensarlo, él solo se rió y nego mientras daba un paso hacia atras— ¿Entonces, qué cambio?

—Tú, tu cambiaste hyung —metio sus manos en los bolsillos de su pantalon—. Si realmente te gustará no hubieras dudado de ese modo, yo aprendí mi lección a la mala —se refería a lo que sucedió el primer día—. Suerte en tu entrevista.

Si ella realmente me gustará... ¿no habría dudado de ella? Eran palabras simples y a las vez difíciles para mí, desórdene un poco mi cabello con frustración. ¿Yo cambié?