Capítulo 26

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El accidente ocurrió cuando Solar salía de una institución materna en donde se había inscrito, allí enseñaban a los padres primerizos todo lo básico para la espera del bebé y cuando subió al taxi para volver a casa, inexplicablemente apareció un carro a toda velocidad llevándolos al lado izquierdo, cuando creyó que el peligro había pasado una camioneta los impactó justo por el lado en donde Solar estaba sentada y el taxi dio vueltas de campana debido al impacto.

Luego de la cirugía el cuerpo de Solar fue llevado a una habitación privada, Jimin permanecía tomándola de la mano durante el tiempo que llevaría anestesiada.

— ¿Cómo se lo voy a decir? No puedo hacerlo, cuñado yo no...no puedo decirle que perdimos a nuestro hijo. —Susurraba Jimin al limpiarse las lágrimas que amenazaban en volver a salir.—

— Yo sé lo diré, solo no la sueltes. —Bajé la mirada al ver a través de la ventana, escuché un quejido de dolor lo cual anunciaba que mi hermana había despertado.—

— ¿Jimin? Hermano... —Solar abría poco a poco los ojos teniendo un fuerte dolor en el cuerpo, tocándose el vientre y sintiendo algo diferente.— Tuve un accidente, creí que había llegado mi hora pero sigo viva. —Bromeó al ser ayudada por Jimin a sentarse, notando que tenía un corte en el vientre.— ¿Y nuestro bebé? ¿Está bien, verdad?

— Hermana, tu bebé no logro salvarse en el accidente, lo siento. —Deseaba que todo fuera una terrible pesadilla, en ese momento mi hermana salió de la camilla intentando salir de la habitación.— ¡¿A dónde vas?!

— ¡Déjame! ¡Quiero ver al doctor y que el mismo me lo diga! Mi bebé no puede estar muerto... —Entre lágrimas sentía un profundo dolor en el pecho, caminando hacia Jimin.— Dime qué mi hermano está mintiendo, ¡Dime qué es una cruel broma!

— Lo siento. —Jimin sintió los golpes provenientes de su esposa quién cayó rendida al piso entre lágrimas. Él se puso de pie para abrazarla, ambos padres habían perdido lo que tanto anhelaban y abrazados lloraban juntos.—

Cuando las cosas se calmaron un silencio inmenso los invadió, los tres en esa habitación no tenían nada que decir ademas de lágrimas. Hasta que Jiwoon llegó a la clínica, cuando entró recibió la mirada directa de Kook quién desvío la mirada y ella corrió hacía Solar para abrazarla; las lágrimas que se habían secado volvieron a salir, a pesar del dolor en la garganta las lágrimas parecían eternas así como las gotas de lluvia que aparecieron.

— Debí traer mi paraguas ¿En qué piensas, Jiwoon? —Soltó un suspiro al ver que la lluvia no cesaba incluso en la noche, sintiendo una presencia masculina a su lado.—

— Te llevaré a casa.

— No es necesario, ya pedí un taxi. —Jiwoon se mantuvo con la mirada al frente, como si supiera que en el momento de verlo a los ojos podría lanzarse a besarlo. En ese momento sintió la mano fría de Kook sobre la suya, la llevó hacia el estacionamiento en donde él tenía su carro; durante todo el camino ninguno de los dos dijo nada, tenían diferentes cosas que decirse así que prefirieron callarse, Jiwoon se quitó el cinturón al llegar a casa e hizo una reverencia antes de abrir la puerta viendo como el carro avanzaba con total velocidad.—

• Al día siguiente •

Jimin había intentando que Solar al menos comiera un solo bocado, pero la mujer se negaba a hacerlo permaneciendo sentada en aquella camilla abrazando con fuerza sus piernas.

— ¿Por qué nos pasó esto a nosotros? Realmente deseaba ser madre, entonces ¿Por qué lo perdí? —Balbuceaba manteniendo la mirada fija sobre un cuadro de flores.— Existe gente que no cuida a sus hijos y los maltrata ¿No te parece injusto esto?

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