Capítulo 14

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— Yo...odio los sapos, me dan escalofríos. —Jiwoon soltó un suspiro ante sus propias palabras, dándose cuenta que no podía ganarle en una conversación.— Mi hijo debe estar buscándome. —En el momento en que sostuvo la manija de la puerta sintió como Kook le tocó el hombro.— ¡Ni se le ocurra besarme! —Exclamó en modo defensivo al poner sus manos sobre sus labios para protegerse, viendo como Kook solo había quitado una pelusa y con una sonrisa abrió la puerta, dejando a la mujer en una profunda vergüenza.—

— No lo negó, en ningún momento dijo que no le gustaba. —Sonreí de solo recordar aquel momento y entonces fui al jardín.—

Después de veinte minutos Jiwoon apareció en el jardín, allí estaba Doyun jugando con Solar sobre el césped. En una esquina estaba Kook leyendo un libro, entonces ella con una sonrisa fue hacía el lugar en donde estaba su hijo para poder jugar con él, de vez en cuando no podía evitar mirar de reojo cada expresión que hacía Kook, se veía tan inmerso en esas hojas de papel y de cierta forma la luz del sol lo hacían ver como si fuese un personaje de alguna película romántica, así que después de darse un golpe en la cara volvió a la normalidad.

|Luego de tres horas|

— Muchas gracias por haberme invitado, la comida estuvo deliciosa y por supuesto tu compañía, mi hijo debe hacer sus tareas así que nos mantenemos en contacto. —Se despidió de Solar con un beso en la mejilla y un fuerte abrazo, sintiendo como Doyun se soltaba de ella para correr hacía Kook.—

— Vete pequeño demonio o te juro que voy a despedazar ahora mismo. —Amenacé siendo ignorado por ese niño, quién después de darme un abrazo entró al taxi.— ¿No se va a despedir de mi, señorita Bae?

— Claro. —Dio un suspiro al dejar la puerta del carro en donde planeaba subirse, cuando estuvo frente a frente de Kook le estrechó la mano.— Gracias por... —Jiwoon se quedó en silencio al sentir como Kook la había abrazado y para cerrar con broche de oro le dejó un beso en la mejilla.—

— La veo el lunes. —Sonreí al entrar a la mansión, debía ir a mi despacho para verificar algunas contrataciones pero no podía evitar recordar las mejillas sonrojadas que la señorita Bae tenía, este sería un recuerdo inolvidable.—

                                   ∞∞∞

Mientras uno no podía evitar sonreír por este día otra persona solo tenía lamentaciones, así terminó aquel fin de semana. Doyun realizó sus tareas con ayuda de su madre, después el niño pasó la tarde en el sillón acompañado de la abuela quién le tenía algunos gorros para el invierno, sin perder tiempo el niño realizaba un dibujo de él abrazando al señor Jeon.

El lunes llegó en un abrir y cerrar de ojos, Jiwoon no había puesto la alarma el día anterior llegando tarde, obviamente Kook le reclamó su tardanza, ella solo recordaba la forma en que se veía leyendo el libro y la forma en como ahora tenía cruzado los brazos con el ceño fruncido; cuando entregaba los folders en la sala de reunión ella se encargaba de estar presente para cualquier inconveniente que tuviera Kook, al finalizar la reunión siguió recordando la forma en que él leía con mucha atención un libro.

— Señorita Bae, arrodillese. —Ordené al terminar de beber el agua mineral.—

— ¿Disculpe? —Jiwoon sintió sus mejillas enrojecidas, además de los nervios.— ¿Qué acaba de decir?

— Dije que se arrodille ¿Acaso no va a recoger las hojas que están en el piso? —Pregunté al acomodarme las mangas de la camisa y ver como ella recogía esas hojas, al momento de levantarse se golpeó la cabeza con la mesa.— Sé que es torpe Señorita Bae, pero esto es demasiado.

— Lo sé, creo que me desperté con el pie izquierdo. —Con una pequeña sonrisa ella salió de la sala de juntas, fue a servirse un poco de agua fría para calmar aquellos pensamientos que había tenido.— ¿En qué diablos estoy pensando? —Jiwoon sintió como el sonrojo había disminuido, así como el calor que sentía.—

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