LOTTO

Capítulo 18

— ¡No lo puedo creer! ¡¿Estas saliendo con tu jefe?! Por dios, si que tienes ovarios de confesarte y ya son pareja ¡Estoy tan feliz! —Exclamaba llena de emoción, Karina era demasiado demostrativa y también decía lo primero que pensaba.— ¿Y qué tal es en la cama? Estoy segura que-

— ¡Oye! Apenas hemos empezado a salir desde ayer, es muy pronto y además... —Jiwoon bajó la voz al acercarse a la oreja de Karina, susurrándole.— Hace tiempo que yo no eh tenido sexo con ningún hombre.

— ¿Cómo que no lo haz echo? ¿Acaso ese bastardo de Taehyung fue tu el último hombre? —Karina soltó un suspiro al mover la cabeza, sintiendo como su amiga le daba un golpe en el hombro.—

— Después de dar a luz me dediqué a Doyun, tenía que estar al tanto de mi hijo y además de buscar dinero, la última vez que lo hice fue con un hombre desconocido en una fiesta y solo fue una noche, nunca más lo vi y tampoco era que me gustaba, solo me dejé llevar por el alcohol. Pero eso fue hace tres años, desde entonces no eh tenido nada de nada, hasta creo que me olvidé como se hacen las cosas.

— No puedo creerlo, aunque vale la pena volver a aprender con Kook, se nota que te enseñará con gusto. —Con una risa pequeña le comenzó a hacer cosquillas a Jiwoon, quién no pudo evitar reír.—

— ¿Y cómo van las cosas con Jimin? Estoy segura que son el uno para el otro, debes agradecerme que gracias a mi se conocieron... —Jiwoon recordó aquel día en que llevo a Jimin a la pastelería, presentándole a Karina y a solo segundos de conocerse ellos se olvidaron de todo el mundo.—

— Ya le dije que me gustaba, él me pidió algo de tiempo así que estoy segura que en poco tiempo podremos hacer citas de cuatro. —Comentó emocionada de solo pensar en Jimin y como si fuera telepatía recibió un mensaje en ese instante.— ¿Lo ves? Esta loco por mi. —Karina sonrió al contestar en mensaje, para después junto con Jiwoon salir del centro comercial y cada una realizar sus actividades cotidianas.—

El almuerzo familiar que fue organizado por Kook se dio en restaurante Jihwaja, un restaurante privado que con antelación pedías una reserva. La familia de Jiwoon estaba más que encantada en aquel lugar, los meseros tenían una especial atención, un restaurante de comida tradicional con elegancia y delicadeza.

La señora Hana prestaba mucha atención a cada palabra que decía Kook, cada acción y cada expresión, deseaba averiguar si era un buen hombre para su hija y podría ser buen padre para Doyun, al final del almuerzo concluyó que podía darle una oportunidad. Doyun estaba demasiado emocionado de tomar de la mano a Kook y con la otra mano sostenía a su madre había anhelado tomar de las manos a sus padres y hoy pudo cumplir aquella fantasía; al final Kook y Jiwoon decidieron dar un paseo, los dos estaban solos simplemente caminando y disfrutando de la vista del río.

— Caminar sin rumbo... La verdad no le veo el sentido, pero te ves muy feliz así que quiero disfrutarlo. —Confesé al mirarla, ella sonreía de oreja a oreja, entonces decidí tomarla de la mano y en ese instante ella se alejó.— ¿Qué pasó?

— Lo siento, hace tiempo que yo no... Fue un acto involuntario. —Jiwoon decidió tomarlo de la mano y Kook sonrió.— Ahora debo acostumbrarme ¿No?

— Por supuesto. —Me quedé mirando nuestras manos entrelazadas, aquella acción se me hacía extraña. Creí y pensé que nunca más iba a hacer esto de nuevo, pero ahora me estaba dejando llevar por aquel sentimiento que muchas veces deseaba que desaparezca y ahora me había atrapado nuevamente.— Eres hermosa Jiwoon.

— ¿Qué? —Preguntó al detener el paso, a pesar que había escuchado claramente deseaba volver a escucharlo.—

— Dije que eres hermosa, no solo en el sentido físico... Todo de ti es hermoso. —La vi desviar la mirada, era notorio su vergüenza y felicidad así que la tomé de la cintura.—