- No es nada. Izzy solo exagera... y tu también. No tienes que hacer como si eso fuera algo importante o terrible - respondo molesta con mi hermana y jugando otra vez con la cuchara en mi taza - pero el Jetlag es real - añado tratando de convencerlo

- Olivia... Mónaco y Londres tienen el mismo horario - me recuerda y suspiro resignada... no sé si porque soy tan tonta como para no recordar eso o porque él no va a dejar el tema de lado - ¿Estas cansada? - pregunta de repente y aunque lo dudo un poco, volteo a verlo. Siempre estoy cansada, pero estoy tan acostumbrada a eso que, a esta hora del día, no me siento tan cansada en realidad

- No tanto - respondo y él asiente

- ¿Quieres ir a desayunar a esa tienda que te gusta? - propone y hago una mueca poco convencida, aunque por dentro me siento agradecida que haya cambiado de tema

- Quiero algo de ahí pero no quiero ir... es domingo - admito porque no quiero tener que salir con Charles en público, no aquí y no ahora mismo. Aun así, él sonríe con ternura

- Y... ¿Si te compro algo de ahí ayudaría? - pregunta él como si hubiera algún problema, pero no lo hay realmente - No, espera - dice retractándose mientras se pone de pie y corre a la habitación como si fuera a buscar algo y una vez que vuelve no para de tocar la pantalla de su teléfono - creo que tengo que idea mejor... ¿Te apetece salir? - pregunta y vuelvo a hacer una mueca poco convencida - estaríamos solos, lo prometo - me aclara rápidamente él

- ¿Solos? - pregunto confundida - ¿En público, pero solos?

- Si, podemos ir en el barco y pasar la mañana allí - propone él

- ¿Tu... tienes un barco? - pregunto y él ríe ante mis palabras

- No... tengo varios - responde burlándose de mí y pongo los ojos en blanco

- Eres un egocéntrico - me quejo, pero él solo ríe y se acerca para abrazarme

- Vamos, es tranquilo allí... y voy a comprarte comida ¿Eso no es suficiente para hacerte salir del departamento? - pregunta y lo miro poco convencida - Mañana tengo que ir a Maranello, pasemos el día juntos allí, va a gustarte - propone él y suspiro

- También quiero helado - digo negociando y él sonríe antes de darme un corto beso

- Es un trato

Una vez que salimos del departamento, Charles conduce en primer lugar hasta la cafetería que parece que ahora es mi favorita y compra algunas cosas para desayunar. Una vez que tenemos eso, conduce en dirección al puerto y cuando bajo del auto me acerco a Charles, él vuelve a tomar mi mano y simplemente me guía en el camino hasta su yate.

Hay un nombre con el que habla en francés y es obvio que no entiendo nada de lo que dicen, pero el nombre me dedica una mirada sonriendo antes de voltear a ver a Charles otra vez y decirle algo sonriendo. Odio no poder hablar francés. El hombre parece indicarle algunas cosas a Charles una vez que subimos y cinco minutos después, estamos en el agua

Charles parece tan relajado aquí y todo es tan tranquilo que es imposible no sentirte de esa forma, por lo que creo que debería darle la razón. Aunque no me sentía estresada, si me siento más relajada y aunque después de aquel encuentro con Will la semana pasada y que Charles había hecho muchas cosas para que lo olvidara por completo, no podía seguir evitar pensando en la conversación que había tenido con Eric.

Era como si lo recordara y rápidamente volviera a ponerlo en una esquina de mi mente para no pensar en eso. Pero... hacer eso era mantenerme en la misma postura que mi cuñada criticaba, pero con razón.

- ¿Vienes solo aquí? - pregunto mientras Charles navega y él asiente, aunque sin mirarme

- Es tranquilo, pero creo que no vengo tanto como me gustaría - creo que admite él volteando a verme.

Mon Amour » Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora