»OJITOS DE CACHORRO ATROPELLADO«

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Narrador

Una cirugía, dos transfusiones de sangre, dos días dormida. Miguel jamás se apartó de la puerta, ni de la ventana de observación o del sillón a su lado.

Los demás chicos iban a cada descanso que tenían.

Miguel la veía ahí, dormida, sin expresión alguna. Las pestañas enormes sin moverse, los labios sin sonreír, la nariz sin arrugarse. Estaba pálida.

–Sus signos vitales son normales, solo necesita descansar y va a despertar– Dijo Lyla apareciendo mientras Miguel tenía la frente pegada al cristal y la expresión de un cachorrito triste– Tu tranquis.
–No la protegí como debí hacerlo, Lyla– Susurró él castaño viendo hacia abajo– Ni siquiera debí mandarla a esa misión.
–No, ah, ah, no pienses en verla de esa forma, ella te estaría diciendo que no necesita que la cuides, además prometiste no hacerlo de nuevo y ella hubiera pedido estar en la misión si iban Hobie y Kaine– Contestó Lyla flotando por ahí– Ella puede soportar esto.

La seguía viendo con tristeza, cuidándola desde ahí, esperando que todo estuviera bien.

–Miguel ¿Sigues aquí? Te traje esto– Dijo B. Parker tendiéndole un contenedor con una empanada.

Él la tomó y la dejó a un lado, casi no había comido. Parker abrió mucho los ojos cuando vió la expresión de Miguel. Se veía de verdad triste, además de ese brillo en sus ojos, un brillo de cariño.

–No te había visto tan preocupado, Miguel– Dijo Peter acariciando la cabeza de May que dormía en el porta bebés– ¿Qué te ocurre?
–Es que no despierta– Contestó Miguel con impaciecia– No abre los ojos, no me mira con diversión, con esa ceja levantada... No me habla... No me cuenta la historia de algo... No me dice... Maldito inculto... Y ya... No hay grafitis en las paredes.
–Miguel– Dijo Peter levantando las cejas y abriendo mucho los ojos– ¿Te gusta Herby? Estás... Estás enamorado de Herby.
–Si...– Contestó él, agachando la cabeza y recargándose en el cristal.
–¿Lo sabe?– Preguntó Parker con una sonrisa de la que no era conciente.
–Si– Dijo Miguel y sonrió con calma, como recordando algo– Y también... Está enamorada de mí ¿Puedes creerlo?
–Oooh, es... Oh, genial, Miguel eso es bueno– Dijo Peter y le palmeó el hombro– ¿Lo supiste en los Backrooms?– El otro asintió– Extraño lugar pero... Qué bien.

Miguel se sentía una rayita mejor, pero aún se preocupaba. Levantó la cara y vió a Herby... Cómo respiraba un poco más agitada y sus pestañas se movían.

Herby

Me dolía todo, me sentía mareada, casi no podía respirar y no tenía fuerzas para abrir los ojos. Escuchaba voces distorsionadas...

Cuando logré abrir los ojos lo primero que ví fue una mesa frente a la cama, tenía un lindo y borroso arreglo de flores, luego un Miguel (también algo borroso) se puso frente a la camilla. Peter llegaba corriendo con la doctora y dos enfermeras. Comenzaron a revisarme, me hablaban pero no entendía bien.

Las dos enfermeras empezaron a sacar a Peter y a Miguel. No sabía que pasaba pero estiré el brazo, no quería que Miguel se fuera. Él corrió hasta mi lado y tomó mi mano.

–Doctora Morgan, ¿Cómo se encuentra? ¿Me oye?– Preguntó la doctora y yo la miré, parpadee varias veces para enfocar, tenía una máscara de Spider-Woman– ¿Recuerda lo que pasó?
–¿Quiénes son ustedes?– Pregunté ya más despierta, no sé por qué se me ocurrió eso, siempre hago estupideces.

Ellos se pusieron pálidos y tragué saliva, de verdad que era diota y más recién apuñalada por un unicornio.

–Si, si, es broma– Dije con dificultad, a ellos no les hizo gracia– Ese unicornio... Ah... Detesto a los unicornios.

SILK HEART - MIGUEL O'HARA Where stories live. Discover now