»SMACK A BITCH«

643 61 1
                                    

Herby

Imágenes de aquel día recurrían a mi cabeza constantemente... Regresaban y regresaban con violencia. Sabía que estaba dormida pero por alguna razón no podía despertar o hacer algo más.

-¡Herby... Ayú...Dame...!- Gritó esa voz familiar... La de mi padre.

Lloraba y pateaba, mis brazos y piernas estaban inmovilizadas, solo podía ver los ojos brillantes y verdes de mi padre... Lo siguiente fue verlo tirado, con varillas atravesando su cuerpo y sangre por doquier, algo que pude haber evitado, algo de lo que probablemente era responsable. Una tela gris opaca ahora cubría esos ojos verdes, esa luz que los iluminaba se apagó. Lágrimas salían de mis ojos a cascadas, sentía esa tristeza asfixiante en mi pecho y luego rayos saliendo de mis manos... Después. Sangre, un grito.

Abrí los ojos de golpe, mi respiración estaba agitada, mi cuerpo temblaba y sudaba en frío... Mis garras enterradas en el colchón. Tuve que lanzar una telaraña para prender la luz y así estar más tranquila.

Más tarde...

No pude volver a dormir, la imagen de mi padre estaba siempre frente a mí. Tenía tanto sueño pero aún así estaba entrando a la cafetería de la base, dónde Miguel me dijo que me vería.

Y ahí estaba ese baboso, sentado en una mesa. Llegué y me dejé caer en el sillón frente a él, acostada y con las piernas colgando del borde. Traía una sudadera negra grande sobre el traje, era tan temprano que hacía frío.

-Te pedí un té Chai, sé que te gustan, también las donas- Dijo con voz de seriedad, la misma de siempre.
-Que Pavitr no te escuche decir té Chai- Contesté con cansancio y un agujero en el pecho.

No quería cerrar los ojos, veía a mi padre cada que lo hacía. Así que solo observaba el techo blanco de la cafetería. Hasta que dejaron todo en la mesa y me senté con las piernas en posición de mariposa sobre el sillón.

-Aún te gustan las empanadas- Dije viendo su plato con tres de ellas.

Levanté la cara, lo miré a los ojos con expresión aburrida y él me veía con la misma cara inexpresiva de siempre. Ninguno se volteó, solo estábamos así, ni siquiera sabía por qué. Suspiré y tomé una rosquilla blanca.

-¿Por qué me miras siempre con tanto odio?- Preguntó calmado, luego mordió su empanada.

Yo no estaba consciente de que lo veía con odio, ni siquiera lo odiaba, solo... No podía perdonarlo por lo que hizo. Si estaba muy enojada la mayor parte del tiempo, mentándole la madre de vez en cuando.

-No es cierto- Dije moviendo con una cuchara mi Chai pues estaba muy caliente- Y si lo hiciera, tengo mis razones.
-No puedes culparme, trataba de ayudar, créeme, es mejor así- Contestó y dejé mi cuchara abruptamente- Ahí vas de nuevo.
-No, no trates de restarle importancia a un sentimiento que es completamente válido, las cosas no son mejores así, que algo se deba hacer no significa que es lo correcto, hay otras maneras- Expliqué empezando a hablar un poco más rápido, pero me detuve, no debía ser tan impulsiva- Además, por tu culpa todos me tratan así, jamás desmentiste lo que pasó.
-¿Tratarte cómo?- Preguntó y me le quedé viendo con aburrimiento mientras dos Spiders pasaban afuera de la ventana, me veían y empezaban a susurrar y a caminar más rápido- No hablan de ti- Otros tres pasaron, me señalaron y susurraron un "Es ella" luego se fueron- ª.
-Vete a la mierda, entrenaré sola- Dije poniéndome de pié, tomando mis cosas y caminando a otro lugar.


Nada más quería estar sola, no podía ni verlo a la cara, así que me fuí a la sala de entrenamiento. No había nadie, era muy temprano o tal vez estaban en otras salas, yo que sé.

-¿Vas a pelear contra ti misma?- Preguntó Miguel desde atrás y rodé los ojos.
-Solo enciende esto y vete- Dije con calma y apretó unas cosas en su reloj, todo empezó a moverse como el día anterior.
-Vamos, pelea conmigo- Contestó y rodé los ojos.
-Prefiero pelear verbalmente, es más divertida tu cara cuando no sabes qué contestar- Dije viendo que arrugaba la frente, juntaba las cejas y me veía con los ojos entre cerrados- Esa.
-¿Vas a desaprovechar la oportunidad de intentar golpearme?- Preguntó, yo me encogí de hombros, si de por sí ya me detestaban por aquí, no quería ni imaginar qué pasaría si le pateaba el trasero a su jefe.
-No es algo que esté en mi lista de cosas por vivir- Dije caminando por ahí, viendo la pista de obstáculos.

(Smack a Bitch- Rico Nasty)

Y sentí que vibró algo en mí. Salté dando un giro hacia atrás en cuanto sentí que Miguel me lanzó un golpe por la espalda.

Caí de pié atrás de él y le tiré una patada alta, él tomó mi tobillo, dió una patada en mi pierna apollada en el suelo y lancé una telaraña al techo para no caerme. Con la pierna libre le patee las costillas, me liberé, me jalé con la web hacia arriba y luego me solté. Caí sobre los hombros de él, me dejé caer hacia atrás con todo mi peso, giramos, lo tiré al suelo y luego le solté un puñetazo desde arriba, le dí en un hombro porque se movió, luego esquivó otro y al final se levantó, me empujó hacia atrás con una patada en el abdomen y yo saqué las garras de mi mano derecha.

Me lanzó una telaraña que pegó mi puño a la bola de acero que pasaba por atrás. Grité cuando salí volando arrastrada por la esfera de demolición. Corté las redes con mi otra mano, aterricé en el suelo y luego sin que me diera cuenta y sin poder moverme rápido en el último segundo, Miguel me dió una patada en un costado que me tiró al suelo.

-¿Qué te pasó? Siempre estabas atenta a todo- Decía él con seriedad parándose a un metro de mí- ¿No tienes sentido arácnido?

Se llamaba estrés post traumático tarado, pero solo eres músculo, nada de cerebro y te haces llamar científico.

-Te daré algunos ejercicios para que practiques y debes usar el gimnasio, tus músculos serán más fuertes- Explicaba mientras yo veía todo al rededor buscando algo, se me ocurría una idea, bien recordaba que carecía de sentido arácnido- Vamos, levántate- Me ofreció su mano.
-Se me ocurre algo mejor- Contesté y le lancé dos telarañas, una por la izquierda y otra por la derecha, las esquivó facilmente.
-Vas a tener que mejorar tus ataques sorpresa porque... Son un asco- Contestó con la misma expresión de... Nada, igual que siempre.

Una telaraña se pegó a la bola de demolición y la adhirió a la pared cambiando la trayectoria. La otra telaraña golpeó uno de los conos de los obstáculos, cayó a las navajas giratorias que la lanzaron por el aire, rodó por una rampa.

-¿Crees?- Pregunté calmada y levantó una ceja- Solo espero que no te duela mucho... Mmm no, no es verdad.

Varias cosas empezaron a caerse, entre ellas un cuchillo que rebotó en las navajas giratorias y salió disparado a una pared, cortando la telaraña de la bola de demolición que se soltó y venía directo a nosotros por la espalda de Miguel.

-¿Qué?- Preguntó confundido, yo solo me dejé caer en el suelo para que la bola pasara sobre mi sin tocarme.

El frío acero se llevó consigo a Miguel que soltó un grito al tiempo que lanzaba una telaraña que se me pegó y me llevó con él. Grité en cuanto salimos volando por los aires, luego golpeamos una pared y rodamos por el suelo mientras las webs nos enredaban...












El siguiente capítulo me gustó mucho, ya quiero que lo lean, es adorable y bonito... 🦝❤️

SILK HEART - MIGUEL O'HARA Where stories live. Discover now