SILK HEART - MIGUEL O'HARA

»SOLO NECESITO ESO«

Herby

Estaba en la cima de la ciudadela, en la azotea, viendo esta dimensión futurista y asombrosa, con trenes aéreos y rascacielos, aunque este en particular era el más alto. Recordando todo.

Me senté en el borde, con los pies colgando. En ocasiones debía sujetarme fuerte pues el aire me empujaba y podía tirarme por la cornisa... En algunos momentos pensé en solo dejar que la gravedad me llevara, sin necesidad de una telaraña. ¿Sería tan terrible caer? Había oído que no era tan doloroso, solo un golpe y al segundo siguiente... Nada.

–Es exactamente lo que crees– Dijo Miguel a mis espaldas y rodé los ojos– Entreno contigo porque ningún otro spiderman quiere hacerlo, les das miedo... Lo que es ridículo porque... Eres la persona más agradable que conozco.
–Vete de aquí ¿No crees que subí para estar sola?– Pregunté abrazándome a mí misma, no quería escuchar eso.
–Y creo... Que debí hacer algo, en parte es mi culpa, escuchaba todo eso que decían y no dije nada, solo te despedí, te borré del sistema, debí ir a buscarte, estabas aterrada, estabas mal y... Todos nos alejamos... Más bien... Yo los alejé a todos– Dijo Miguel con calma y tragué saliva, parecía una disculpa, una verdadera– Lo siento, en serio... Creí que te estaba cuidando y a los demás.

No lo miré cuando se sentó a un lado, no quería que viera mis ojos llorosos.

–Ese día te escuché hablar con Reilly, nunca te consideré un amigo, pero eso en especial se sintió como una traición, sé que el canon existe por algo, pero mi padre...– Se me cortó la voz y negué– Era el único que creía en mí, que confiaba en que podía hacer algo que verdaderamente cambiara el mundo... Sabía mi identidad porque nos teníamos tanta confianza... Qué fue muy normal decirle... Al principio estaba sorprendido, creía que había matado a Peter, pero sabía que no sería capaz de algo así, si supiera lo que he hecho estaría decepcionado... Pero en ese entonces me escuchó y me creyó... Se equivocó conmigo.

Nos quedamos en silencio un poco de tiempo, para ambos era difícil hablar de cosas así y sentía que Miguel quería decir algo, pero estaba muy nervioso... Aunque al final puso una mano en mi hombro.

–No era el único que cree en ti– Dijo Miguel y tragué saliva, volteé a verlo y tenía media sonrisa– Te traje de vuelta porque necesitamos a alguien como tú, que siempre hace lo correcto, desde una perspectiva abierta, que no sigue planes pre fabricados.
–Tampoco tienes que alimentar mi ego, es saludable– Dije sintiéndome apenada, no estaba acostumbrada a que un Spider-Man me alagara, ambos nos reímos– Gracias y... Perdón por lastimarte.
–Perdón por todo– Contestó y asentí viendo al vacío.

Suspiré, Miguel no era tan estúpido después de todo y veía en él algo que no había en otros Spider-Mans.

–¿Qué?– Pregunté pues no me quitaba la mirada de encima.

Y de la nada me abrazó. Yo estaba tensa, no entendía nada, pero me apretaba, mi rostro estaba en su pecho y sus brazos me rodeaban. No me habían abrazando en un rato y... No se sentía mal. Además olía muy rico, como a... No sé, hombre, pero hombre guapo, fresco, con un toque de café. Nerviosa y lentamente lo rodeé con mis brazos y puse las manos en su espalda... Cerré los ojos escuchando sus latidos acelerados, también su respiración sobre mi cabeza... Luego se separó lentamente.

Lo miré algo confundida y sonrió de lado.

–¿Te sientes mejor?– Preguntó con tono calmado, como siempre, pero con un tonito de interés.
–Ahá– Contesté con media sonrisa, era algo torpe pero adorable.

Veíamos todo a lo lejos, algunos spiders pasaban por debajo, entrando y saliendo del edificio, jugaban entre ellos y platicaban, bromeaban, se veían felices.