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"El olvido es como una herida. La herida puede sanar, pero ya ha dejado una cicatriz."
➳ Grace Field House, un maravilloso orfanato, cálido y repleto de sonrisas bajo el control de una amable y querida cuidadora.
Sin embargo, secret...
El suelo de la cueva estaba cubierto por una fina capa de musgo y a medida que la luz de la luna se filtraba tímidamente a través de pequeños espacios entre las rocas, las siluetas de los niños se dibujaban en la penumbra.
Las respiraciones regulares de los durmientes se mezclaban con la suave melodía de los susurros del viento que entraba desde el exterior.
Alyssa elevó ligeramente su mirada para encontrarse a una tranquila Emma sometida en un profundo sueño.
Seguidamente, ladeó su cabeza en dirección a Ray, quien dormía no muy alejado de ellas.
Fue entonces que tras comprobar que todos descansaban placidamente, se levantó con cuidado y caminó en dirección a cierto lugar.
"Creí decir que debíais ir a descansar." Habló una voz a sus espaldas, provocando un pequeño brinco de su parte.
"Eres muy escurridizo... ¿Huh?" Dijo ella junto a una gota de sudor descendiendo de su cien ante la imponente figura del demonio frente a ella.
"¿Necesitas algo? Ya os conté todo lo que necesitabais saber, ¿no es así?" Preguntó quitando su capucha, mostrando sus dientes afilados pero ojos tapados por una máscara.
"Oh, bueno... Quería pedirte una cosa." Murmuró la de hebras rosáceas algo avergonzada, jugando junto a un mechón de su cabello tratando de ocultar su rostro.
"Suéltalo de una vez."
"Eso." Soltó Alyssa repentinamente, su dedo señalando algo sobre su brazo.
"¿Esto?" Cuestionó el mayor apuntando su gran arma.
Consistía en una lanza constituída de una asta en cuya extremidad estaba fijaba un hierro puntiagudo y cortante a manera de cuchilla.
"Usas eso para defenderte... ¿Verdad? Entonces debes ser bueno peleando." Comentó la chica curiosa ante la enorme arma que sostenía Sonju.
"Bueno, no solo uso esto, tengo muchas más." Indicó el contrario mostrando bajo su capa una extensa cantidad de diferentes instrumentos de lucha, la cual fascinó pero a la vez aterró a Alyssa.
"¡Son demasiadas!" Exclamó la chica sorprendida, sus ojos abiertos de par en par y su boca entreabierta en una expresión de asombro.
"¿Crees que deambularía por allí sin nada para defenderme?" Dijo de manera obvia el mayor, algo irritado ante la mirada fija y apasionada de la de cabello rosado.
