❀⊱┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄┄⊰❀
"El olvido es como una herida. La herida puede sanar, pero ya ha dejado una cicatriz."
➳ Grace Field House, un maravilloso orfanato, cálido y repleto de sonrisas bajo el control de una amable y querida cuidadora.
Sin embargo, secret...
Las estrellas llenaban el oscuro, despejado y profundo cielo azul, causando una sensación de calor que brotaba del frío. Entonces, finalmente, en medio de la noche, apareció la luna.
Los pasillos se encontraban llenos de felicidad, niños correteando alegremente unos tras otros.
Manteniendo la acogedora apariencia de Grace Field House.
"¿Cómo escapamos de las dos adultas?" Se oyó susurrar por parte de cierto albino, este preparando la cena junto a su amigo de cabello oscuro.
"Sería genial si pudiésemos ser más inteligentes que ellas dos, pero probablemente eso no sería suficiente." Musitó Ray mientras colocaba varios cubiertos sobre una bandeja.
"Exacto... No podemos dejar que nos reporten, por eso mismo, lo que debemos evitar a toda costa es que nos reporten ante esos demonios." Concluyó Norman, su mirada preocupada mientras la apariencia de ciertos individuos aparecía en su mente.
"Bueno, solo hay una forma de evadir el peligro completamente..." Dijo el pelinegro, antes de notar una presencia tras él.
Una la cual gritaba peligro.
"Ustedes son Norman y Ray... ¿Verdad?" Preguntó la hermana Krone apareciendo discretamente a la escena, cosa que agarró desapercibidos a los menores.
"Sí."
"¡Me alegro de veros! ¡Vuestra amiguita me ha hablado mucho de vosotros dos! ¡También oí por allí que siempre obtenéis puntuaciones perfectas!" Exclamó con entusiasmo la mayor.
"Sí."
"¡Eso es increíble! ¡Espero nos llevemos bien! ¡Un gusto conoceros!" Habló amablemente la morena, extendiéndo sus manos hacia los dos chicos, quienes la aceptaron con tranquilidad.
Fue entonces que la mujer estaba por pronunciar unas palabras, una pregunta para ser más exactos, no obstante...
"¿Huh? ¿Hermana?" Murmuró una suave voz femenina de fondo, distrayendo a la mencionada.
"¡Oh! ¡Lissy! ¡Me alegro de verte!" Aseguró alegremente la mujer, hundiendo entre sus brazos con su gran cuerpo a la pequeña figura de la menor.
"Ow... Sí, ¡yo también!" Musitó ella, su voz algo floja debido a la falta de aire que le provocaba el abrazo en el cual estaba sometida.
